Llevan dos temporadas a un nivel excepcional. En la 2009-10 consiguieron meterse en la Champions League contra todo pronóstico, por encima de un Manchester City que se había gastado una gran cantidad de dinero para conseguirlo. Con la explosión de Bale a final de temporada y junto a Modric, Crouch y compañía, el Tottenham consiguió meterse en la Champions League. La temporada siguiente, en la Champions League, fueron primeros en el grupo más exigente, en el que estaban Inter (vigente campeón entonces), Twente (campeón holandés del momento) y el Werder Bremen. Luego eliminaron al Milan en octavos de final y cayeron contra el Real Madrid en cuartos. Una muy buena actuación para demostrar que en Inglaterra había nivel más allá del Big Four de siempre.
La plantilla era prácticamente la misma que el año anterior. Pero había llegado Van der Vaart a última hora, completando y mejorando lo que ya era una buena plantilla. Posteriormente se incorporó Sandro, otro acierto spur, acompañado de Pienaar, fichado a un buen precio. Y el Tottenham funcionó bastante bien a lo largo de la temporada y acabó quinto, por encima del Liverpool. Este año no ha habido ningún gran fichaje, pero tampoco es demasiado necesario, una vez cubierta la portería con Friedel, más fiable que Gomes, y el lateral derecho con la vuelta de Kyle Walker tras ser cedido al Aston Villa, jugando a un buen nivel ahí. Un delantero mejoraría lo que ya se tiene, pero tampoco hay salidas que cubrir. Modric, Bale y Van der Vaart de momento se quedan y, aunque pueda haber algún cambio con el primero, en ellos se basa la nueva temporada del Tottenham.
Porque el Tottenham es un candidato a luchar por la Premier. El que lo tiene más complicado de los seis que nombraré, sí. Pero es candidato. Porque, a falta de creerse su nueva condición (merecida visto la plantilla que tienen), el Tottenham es un equipo competitivo. Suficientemente competitivo para complicarles las cosas a los equipos de arriba y con suplentes de ciertas garantías para sustituir a varios de sus jugadores titulares. Ya hemos visto en estos dos últimos años que tienen una plantilla para hacer grandes cosas, sólo les falta ser un poco más regulares. Porque la Premier, de 38 jornadas, es muy larga y la regularidad es la virtud más importante en liga. Ya vimos el año pasado que equipos como Chelsea y Arsenal tuvieron bajones y lo pagaron caro.
Con un Bale que entre que las lesiones y que se apagó a finales de temporada no ha sonado para ningún grande y un Van der Vaart contento en Londres, la gran preocupación spur es Luka Modric. Ha sonado con fuerza para varios equipos este verano, en especial para el Chelsea. Si Luka se queda en White Hart Lane, las posibilidades de que el Tottenham pueda hacer un gran año serán muy elevadas. Si Luka se marcha, estas posibilidades quedarán sensiblemente reducidas. Aunque también es cierto que la posible marcha de Modric podría dejar una buena cantidad de dinero en el club que podría ser invertido con buen criterio para traer a otro delantero de garantías y a otro organizador. Pero ninguno sería Modric.
El potencial de este Tottenham no tiene nada que envidiar del de otros equipos punteros de la Premier League como Manchester United, Manchester City, Chelsea o Arsenal. Pero no están curtidos en tantas batallas como sus rivales. Ahí está una de las grandes diferencias y, seguramente, defectos de este equipo. Más allá de su experiencia en la Champions League la temporada pasada, el bloque no está especialmente curtido en grandes batallas, en partidos clave. A su manera, eso pareció notarse el año pasado en el Bernabéu en la Champions League. Quizás por eso parece que el Tottenham no cree en sus posibilidades y sale con un planteamiento excesivamente conservador en algunas ocasiones que juega contra equipos grandes a los que podría jugarles (y ganarles) si planteara el partido de una forma más atrevida, de tú a tú.
Si el Tottenham mejora en este último aspecto, puede luchar por la liga. Puede sonar raro, exagerado, atrevido o hasta una locura. Pero tiene equipo y jugadores para ello. El mejor Modric no tiene demasiado que envidiar de Cesc. El mejor Van der Vaart no tiene mucho que envidiar del mejor Silva o Lampard. Y el mejor Bale tampoco tiene nada que envidiar de nadie. Si estas tres piezas de enorme nivel siguen en el equipo, el Tottenham puede (y debe) soñar con ganar la Premier League. Nunca han tenido una plantilla tan buena y tan competitiva en los últimos años. Y ahora que la tienen, hay que aprovecharla. No tendrán la Champions como distracción y la Europa League puede ser otra buena manera de demostrar el nivel de la plantilla spur, aunque veremos si realmente se la toman en serio o no. Más allá de eso, el Tottenham va a luchar en cada uno de sus partidos y puede ganar a cualquiera. Lo demostró el año pasado con varios partidos buenos contra los equipos más potentes de la Premier League y esta temporada lo volverá a demostrar. Ahora sólo falta que estas posibles victorias contra cualquier equipo se encadenen de una forma algo más regular.
La plantilla era prácticamente la misma que el año anterior. Pero había llegado Van der Vaart a última hora, completando y mejorando lo que ya era una buena plantilla. Posteriormente se incorporó Sandro, otro acierto spur, acompañado de Pienaar, fichado a un buen precio. Y el Tottenham funcionó bastante bien a lo largo de la temporada y acabó quinto, por encima del Liverpool. Este año no ha habido ningún gran fichaje, pero tampoco es demasiado necesario, una vez cubierta la portería con Friedel, más fiable que Gomes, y el lateral derecho con la vuelta de Kyle Walker tras ser cedido al Aston Villa, jugando a un buen nivel ahí. Un delantero mejoraría lo que ya se tiene, pero tampoco hay salidas que cubrir. Modric, Bale y Van der Vaart de momento se quedan y, aunque pueda haber algún cambio con el primero, en ellos se basa la nueva temporada del Tottenham.
Porque el Tottenham es un candidato a luchar por la Premier. El que lo tiene más complicado de los seis que nombraré, sí. Pero es candidato. Porque, a falta de creerse su nueva condición (merecida visto la plantilla que tienen), el Tottenham es un equipo competitivo. Suficientemente competitivo para complicarles las cosas a los equipos de arriba y con suplentes de ciertas garantías para sustituir a varios de sus jugadores titulares. Ya hemos visto en estos dos últimos años que tienen una plantilla para hacer grandes cosas, sólo les falta ser un poco más regulares. Porque la Premier, de 38 jornadas, es muy larga y la regularidad es la virtud más importante en liga. Ya vimos el año pasado que equipos como Chelsea y Arsenal tuvieron bajones y lo pagaron caro.
Con un Bale que entre que las lesiones y que se apagó a finales de temporada no ha sonado para ningún grande y un Van der Vaart contento en Londres, la gran preocupación spur es Luka Modric. Ha sonado con fuerza para varios equipos este verano, en especial para el Chelsea. Si Luka se queda en White Hart Lane, las posibilidades de que el Tottenham pueda hacer un gran año serán muy elevadas. Si Luka se marcha, estas posibilidades quedarán sensiblemente reducidas. Aunque también es cierto que la posible marcha de Modric podría dejar una buena cantidad de dinero en el club que podría ser invertido con buen criterio para traer a otro delantero de garantías y a otro organizador. Pero ninguno sería Modric.
El potencial de este Tottenham no tiene nada que envidiar del de otros equipos punteros de la Premier League como Manchester United, Manchester City, Chelsea o Arsenal. Pero no están curtidos en tantas batallas como sus rivales. Ahí está una de las grandes diferencias y, seguramente, defectos de este equipo. Más allá de su experiencia en la Champions League la temporada pasada, el bloque no está especialmente curtido en grandes batallas, en partidos clave. A su manera, eso pareció notarse el año pasado en el Bernabéu en la Champions League. Quizás por eso parece que el Tottenham no cree en sus posibilidades y sale con un planteamiento excesivamente conservador en algunas ocasiones que juega contra equipos grandes a los que podría jugarles (y ganarles) si planteara el partido de una forma más atrevida, de tú a tú.
Si el Tottenham mejora en este último aspecto, puede luchar por la liga. Puede sonar raro, exagerado, atrevido o hasta una locura. Pero tiene equipo y jugadores para ello. El mejor Modric no tiene demasiado que envidiar de Cesc. El mejor Van der Vaart no tiene mucho que envidiar del mejor Silva o Lampard. Y el mejor Bale tampoco tiene nada que envidiar de nadie. Si estas tres piezas de enorme nivel siguen en el equipo, el Tottenham puede (y debe) soñar con ganar la Premier League. Nunca han tenido una plantilla tan buena y tan competitiva en los últimos años. Y ahora que la tienen, hay que aprovecharla. No tendrán la Champions como distracción y la Europa League puede ser otra buena manera de demostrar el nivel de la plantilla spur, aunque veremos si realmente se la toman en serio o no. Más allá de eso, el Tottenham va a luchar en cada uno de sus partidos y puede ganar a cualquiera. Lo demostró el año pasado con varios partidos buenos contra los equipos más potentes de la Premier League y esta temporada lo volverá a demostrar. Ahora sólo falta que estas posibles victorias contra cualquier equipo se encadenen de una forma algo más regular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario