martes, 24 de julio de 2012

También fuimos campeones (VII)

Hay pocas cosas peores que ser aficionado de un club que no existe. De hecho, este año se cumplen 10 años de la desaparición del mío, que ganó en tres ocasiones la Bundesliga de Austria. Y ganamos esos tres títulos de manera consecutiva. Si me lo permites, te contaré alguna cosa sobre nuestros nueve años de historia.

Pero primero, para entender nuestra breve historia, hay que remontarse al convulso pasado de los clubes establecidos aquí, en Innsbruck. Históricamente, el club más importante ha sido el SSW Innsbruck (que tiene su origen en la fusión de Wacker Innsbruck y SV Wattens), que en 1986 recuperó el nombre de Wacker Innsbruck. Esto produjo una fractura social en el club, ya que se decía que había perdido parte de su identidad, y de su división se formó un nuevo club -el FC Swarovski Tirol- fundado en 1986. El FC Swarovski obtuvo la plaza en la Bundesliga austríaca en 1986 y el Wacker Innsbruck se vio obligado a jugar en la octava categoría nacional.

El FC Swarovski Tirol desapareció repentinamente en 1992 y el Wacker Innsbruck recuperó su plaza de cara a la temporada 1992-93. Pese a cuajar una buena temporada -quinta posición-, en 1993 apareció un nuevo club en nuestra ciudad, el FC Tirol Innsbruck, con el que me aficioné al fútbol. Y una vez más, a pesar de las protestas de los aficionados del Wacker Innsbruck, nos dieron su plaza en la Bundesliga y ellos regresaron a la cuarta división, donde se encontraban en 1992. Nacimos entonces y ya lo hicimos en primera división.

En ese momento la estabilidad llegó a Innsbruck a nivel futbolístico. Nuestro club no era uno de los mejores pero tampoco sufríamos por el descenso. De vez en cuando intentábamos competir por un puesto en Europa y nos convertimos en un equipo asiduo a la media tabla. Aún estaban los que nos llamaba Swarovski o Wacker Innsbruck, pero como mínimo yo tenía claro que éste era un club distinto, aunque vestíamos de verde, de un modo muy similar a los segundos. Poco a poco mi simpatía fue creciendo y empecé a ir al estadio con asiduidad.

En cualquier caso, si alguien cambió nuestra trayectoria fue Kurt Jara, entrenador del club entre 1999 y 2001. Jara fue en su época, por lo que me contaron, un centrocampista nacido en nuestra ciudad que había jugado con el Wacker Innsbruck antes y después de la fusión con el SV Wattens y que incluso había llegado a ser internacional con la selección en varias ocasiones. Tras unos meses de emergencia con Jara como entrenador, llegó su primera temporada completa en nuestro banquillo. Y ésta fue maravillosa. Con futbolistas de cierto cartel en nuestro país nos alzamos con la liga por primera vez desde nuestra aparición en 1993. Los Cherchesov, Kogler, Scharrer, Mair, Knavs, Gilewicz, Kichler -actual entrenador del Wacker-, Jezek y compañía nos hicieron disfrutar muchísimo esa temporada, tanto como para llevarnos hacia el campeonato, superando al Sturm Graz por 3 puntos.

De hecho, esta generación encadenó dos títulos de liga consecutivos bajo el mandato de Kurt Jara, que ganó también la liga en 2001 prácticamente con el mismo bloque. En octubre de ese año recibió una oferta de uno de los clubes más importantes de Alemania, el Hamburgo, y decidió marcharse al país vecino. Su lugar lo ocupó un alemán que había hecho un buen trabajo en el Stuttgart unos años atrás pero que había acabado entrenando en Turquía sin demasiado éxito. Su nombre era Joachim Löw, creo que te sonará su nombre. Sí, nos entrenó el actual seleccionador alemán.

Löw supo darle continuidad al trabajo de Jara y volvimos a ser campeones de liga. Con él empezaron a tener mayor protagonismo el portero Marc Ziegler o el atacante Wilfried Sanou, ambos con cierto recorrido en la Bundesliga alemana posteriormente. Los diez puntos de ventaja respecto al Sturm Graz fueron un buen reflejo del trabajo realizado esa temporada, no habíamos notado la baja del anterior entrenador. Éramos los mejores de Austria y parecía que podíamos dominar eternamente el fútbol de nuestro país.

No en Europa, donde siempre caíamos muy pronto. Pese a ganar la liga, no conseguimos clasificarnos para la fase de grupos de la Champions League, que era la siguiente barrera a superar. Quizás lo hubiésemos conseguido de cara a la temporada 2002-03 con Joachim Löw, pero pocos nos esperábamos un final tan repentino de nuestra bonita historia.

El club acumulaba deudas, muchas deudas, más de las que se habían publicado en la prensa. Y, a pesar del éxito del equipo, éste no conseguía reducirlas. Así que tuvimos que declararnos en bancarrota y acabamos desapareciendo de una manera tan rápida como aparecimos en su día.

En 2002 se fundó el nuevo Wacker Innsbruck, que había desaparecido en 1999, entonces hundido en la séptima división del fútbol austríaco. La intención de este nuevo club era recoger el testigo del FC Tirol Innsbruck, pero yo no lo acabo de sentir como mío. Los colores son los mismos, también el estadio. Pero no disfruto ahora tanto como lo hice con el Tirol Innsbruck, no lo siento tan cercano. Me alegra que un equipo que representa mi tierra se esté asentando de nuevo en la Bundesliga, pero ni un título suyo igualaría la alegría que me causó cualquiera de los tres conseguidos anteriormente, sea el de 2000, 2001 o 2002. Así que soy un aficionado al fútbol sin club. O a un peor, soy fiel a los colores de un club que, al menos para mí, ya no existe.

2 comentarios:

  1. Ésta entrada la leo de forma distinta ya que me siento muy identificado con lo que veo.

    Mi equipo (ya no existe) ascendió de la mano de Emery a la Liga Adelante (en la que hacía más de 20 años que no habíamos jugado) y en la primera temporada nos quedamos quintos y con posibilidades de ascender a primera división. Se fue Emery y ése mismo año descendimos de nuevo a 2ªB, tuvimos problemas económicos a los dos años y desaparecimos, y a día de hoy no hay ningún equipo representativo de la ciudad. Ésto es malísimo...

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  2. Jugadores de Austria por su cercanía a Alemania siempre uno puede encontrarlos en algún equipo alemán y también turcos, me gusto mucho este artículo

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