Del Manchester City se suelen criticar a menudo muchas cosas. Se puede discutir si su política de fichajes ha sido la más adecuada en los últimos años, si Mancini debería asumir el favoritismo de su plantilla de una vez por todas, si el equipo puede jugar mejor con ese equipo o qué hay que hacer con jugadores como Balotelli. Además de todo esto, hay dos jugadores que suelen ser el foco de crítica y duda en el entorno citizen. Ellos llegaron el año pasado del mismo equipo y comparten nacionalidad.
El caso de Clichy es quizás el más llamativo de los dos. Lo fichó el City el pasado verano después de ser bastante criticado en el Arsenal por sus errores defensivos e incapacidad para tirar correctamente el fuera de juego, entre otras cosas, aunque ahora lo deben echar un poco de menos al no haberle encontrado un sustituto de su nivel. Además, en el City tiene que competir con un jugador a priori más completo como Kolarov. Sin embargo, parece ser el favorito de Mancini, que le está sacando un muy buen rendimiento. Ayer, en el debut liguero ante el Southampton, volvió a hacer un partido sensacional. Defendió muy bien su banda anticipándose con acierto y, sobre todo en la segunda mitad viendo que el rival prefería atacar por el otro lado, se soltó bastante en ataque, llegando a la línea de fondo y colgando centros laterales que generaron bastante peligro.
Si el partido de Clichy fue destacado, aún más lo fue el de Nasri, que peleó con Yaya Touré y Carlos Tévez por ser el mejor jugador del partido. Puede que sea un jugador irregular, pero cuando está metido en el partido tiene calidad para ganarlo prácticamente sin ayuda de nadie. Partiendo desde la izquierda, participó muchísimo en el juego de su equipo y lo hizo con bastante criterio. Buscó casi siempre posiciones más centradas para asociarse con sus compañeros y filtró buenos pases entre líneas. Suyo fue el pase que provocó el penalti en la primera mitad y la asistencia del primer gol. Se fue apagando un poco con el paso de los minutos, participando un poco menos que en la primera mitad, pero apareció para marcar el gol decisivo a falta de diez minutos del final, aprovechando un mal despeje de Fox y colocándose con instinto en la mejor posición para recoger ese defectuoso rechace.
Sin embargo, también hay que hacer una mención especial al tercer francés que jugó ayer por la tarde. Éste no lo hacía en el Manchester City, sino en el Southampton, que plantó cara e hizo un partido de muchísimo mérito. Schneiderlin, que ya juega en el equipo desde el año del descenso a la League One, fue uno de los jugadores más destacados. El mediocentro más posicional del equipo mostró su buen toque de balón para filtar buenos pases y precisos cambios de orientación y también una más que correcta capacidad para colocarse bien en el campo. Además de Newcastle, Arsenal o el propio Manchester City, los franceses también tendrán que fijarse en este compatriota que se marchó de Estrasburgo rumbo a Southampton poco después de alcanzar la mayoría de edad.
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