Ayer se disputó uno de los derbys más calientes y tensos de Italia, el derby de la ciudad de Genoa, el derby della Lanterna. No fue un partidazo, pero fue un buen ejemplo para evidenciar lo que son ambos equipos esta temporada, una sombra de lo que podrían haber llegado a ser por nombres y plantillas. De todos modos, ya escribí sobre ambos equipos esta temporada (Genoa y Sampdoria) y no voy a seguir insistiendo en lo decepcionante que ha sido para ambos esta temporada.
Si el partido tenía un aliciente, más allá de la rivalidad que siempre supone este partido, era que el Genoa podía acercar un poquito más el descenso a la Sampdoria. No fue un partido para recordar para ninguno de los dos equipos. Si bien es cierto que la Sampdoria se jugaba mucho más que el Genoa, el peligro sólo llegaba cuando Guberti intentaba desequilibrar en alguna jugada individual o cuando Biabiany le ponía ímpetu, aunque el ex jugador del Inter no estuvo acertado. Pero la Sampdoria no tenía nada más para ganar. Palombo y Tissone batallaban en el centro del campo, pero sin demasiado acierto. Lo único que hizo Palombo fue un disparo desde lejísimos que se le escapó a Eduardo. Pozzi apareció, por primera vez en el partido, para aprovechar el rebote y empatar un partido que la Sampdoria iba perdiendo.
El partido del Genoa, ayer local,tampoco fue demasiado mejor. Una defensa y un centro del campo luchador, con poca capacidad para mover el balón con sentido. Kucka era el único jugador capaz de aportar un poco de calidad en el centro del campo, era el único jugador distinto del Genoa en esa zona. También estaba Palacio, un poco más arriba, para buscar el desequilibrio, pero, como la mayoría de jugadores, sin acierto. Floro Flores fue ayer la referencia del Genoa arriba y sólo apareció para marcar el gol que abría el marcador poco antes del descanso. Poco más apareció su sustituto, Boselli, que entró en el minuto 82 y marcó un gran gol que le valió la victoria a su equipo, todavía más valiosa por el efecto que puede tener sobre el rival. Muchos aficionados del Wigan se deben estar preguntando por qué a Boselli no le entraba nada en Inglaterra tras ver este gol, su segundo esta temporada.
Tras este partido, en el que se vio mucha lucha y poca calidad, la Sampdoria está en la zona de descenso. Está a dos puntos del Lecce, a falta de 6 por disputarse. Le queda jugar contra el siempre irregular Palermo y una Roma que todavía se puede estar jugando la cuarta plaza en la última jornada. Mal calendario para un equipo con mucha historia como para bajar a la Serie B un año más. Y pensar que en agosto, cuando empezaba la temporada, un gol de Pizarro en el 90 provocó la prórroga de los play-offs previos a la Champions League...
Si el partido tenía un aliciente, más allá de la rivalidad que siempre supone este partido, era que el Genoa podía acercar un poquito más el descenso a la Sampdoria. No fue un partido para recordar para ninguno de los dos equipos. Si bien es cierto que la Sampdoria se jugaba mucho más que el Genoa, el peligro sólo llegaba cuando Guberti intentaba desequilibrar en alguna jugada individual o cuando Biabiany le ponía ímpetu, aunque el ex jugador del Inter no estuvo acertado. Pero la Sampdoria no tenía nada más para ganar. Palombo y Tissone batallaban en el centro del campo, pero sin demasiado acierto. Lo único que hizo Palombo fue un disparo desde lejísimos que se le escapó a Eduardo. Pozzi apareció, por primera vez en el partido, para aprovechar el rebote y empatar un partido que la Sampdoria iba perdiendo.
El partido del Genoa, ayer local,tampoco fue demasiado mejor. Una defensa y un centro del campo luchador, con poca capacidad para mover el balón con sentido. Kucka era el único jugador capaz de aportar un poco de calidad en el centro del campo, era el único jugador distinto del Genoa en esa zona. También estaba Palacio, un poco más arriba, para buscar el desequilibrio, pero, como la mayoría de jugadores, sin acierto. Floro Flores fue ayer la referencia del Genoa arriba y sólo apareció para marcar el gol que abría el marcador poco antes del descanso. Poco más apareció su sustituto, Boselli, que entró en el minuto 82 y marcó un gran gol que le valió la victoria a su equipo, todavía más valiosa por el efecto que puede tener sobre el rival. Muchos aficionados del Wigan se deben estar preguntando por qué a Boselli no le entraba nada en Inglaterra tras ver este gol, su segundo esta temporada.
Tras este partido, en el que se vio mucha lucha y poca calidad, la Sampdoria está en la zona de descenso. Está a dos puntos del Lecce, a falta de 6 por disputarse. Le queda jugar contra el siempre irregular Palermo y una Roma que todavía se puede estar jugando la cuarta plaza en la última jornada. Mal calendario para un equipo con mucha historia como para bajar a la Serie B un año más. Y pensar que en agosto, cuando empezaba la temporada, un gol de Pizarro en el 90 provocó la prórroga de los play-offs previos a la Champions League...
Se pudo verm as futbol, pero que se le va a hacer! Saludos!
ResponderEliminarTe espero en: http://elblogdebruno1.blogspot.com
Partido que tuvo más emoción que futbol, por la lucha por la salvación, angustiosa que está llevando la Samp, y por la necesidad del Genoa de darle un gran triunfo a su aficion despues de una horrenda temporada (en comparación conla inversión de 50 millones y las espectativas europeas) y de paso hundir al eterno rival.
ResponderEliminarBoselli dio el triunfo en el último minuto, pero ni por esas será comprado definitivamente por el Genoa, ya que aportado bastante poquito, siempre con Palacio, Paloschi y sobre todo Floro Flores (se pagará los 8 millones de la opción de compra al Udinese) por delante.
Tras la marcha de Pazzini y Cassano, el equipo ha visto reducido enormemente su potencial, y Maccarone y Macheda han aportado poco (nada) como sustitutos. Solo el eterno Pozzi arriba, más corazón que otra cosa, y Tissone y Guberti en mediocampo y poco más (Andrea Poli lleva desaparecido toda la temporada, y se irá a un grande en verano). Los veo en Serie B, como ya comenté en mi blog la semana pasada...
Saludos crack, se te hecha de menos en el banquillo, a ver si te vemos algún día para que nos cuentes como te va todo.
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