Era 1992, el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Era Wembley, uno de los mayores templos futbolísticos. Era la camiseta naranja, esa que recordaba a la mejor época de la Holanda de Cruyff. Y era el Barcelona, el equipo que ganaba su primera Champions League por delante de la Sampdoria.
Diecinueve años más tarde, el FC Barcelona volvió a jugar una final en Wembley. Su quinta en los últimos 20 años, la séptima de su historia. La tercera de Guardiola, pero también la tercera de la generación de Puyol, Xavi, Valdés, Iniesta y Messi, los únicos supervivientes de ese equipo que ganó la Champions League con Rijkaard ante el Arsenal, un equipo londinense. Y, si miramos los titulares de la Final de 2009, sólo Valdés, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets y Messi repitieron en la final de ayer. 6 de 11, aunque podríamos añadir a Puyol, Keita o Pedro, que jugaron ambas finales. Sin embargo, pese a los cambios en el equipo blaugrana, en el Manchester United sólo cambiaron 3 de los titulares en Roma: Anderson, O'Shea y Cristiano Ronaldo.
Pese a los cambios en ambos equipos, el guión de ambas finales fue bastante similar. Inicio fuerte del Manchester United, apretando a un Barça que no tiene el balón, que lo tiene que rifar y al que le cuesta dar varios pases seguidos conservando el balón. Poco a poco Busquets fue entrando en juego ayer y el equipo lo notó. El Manchester United ya no presionaba tanto arriba y el Barcelona iba teniendo cada vez más el balón. El Barça fue mostrando su superioridad y monopolizó la posesión del balón a partir del minuto 15. En el 27 llegó el gol de Pedro. Iniesta superó a Carrick y a Giggs con un pase dirigido a Xavi, que va avanzando con el balón, poco a poco. Pedro se frena en seco para abrirse un poco más hacia la derecha mientras Vidic está más pendiente del balón que del jugador que tiene a sus espaldas, que se queda solo tras un buen pase de Xavi y define bien ante un ya vencido Van der Sar.
El United, que hasta entonces había hecho bastante daño buscando pases en profundidad hacia Rooney y Chicharito para superar la defensa del Barcelona, reaccionó bastante rápidamente. Su gol empieza en la presión de un saque de banda que sirvió Abidal. Después, Rooney hace dos paredes, la primera con Carrick y la segunda con un Giggs ligeramente en fuera de juego, y define muy bien, poniendo el balón fuera del alcance de Valdés. La defensa del Barça se fue tirando demasiado hacia atrás sin presionar a Rooney y Piqué salió algo tarde, aunque dejó a Giggs en fuera de juego. Pero, pese al gol del United, el guión del partido no cambió. El Barça asumió el control del balón y tuvo oportunidades para irse con el marcador a favor en el descanso. Messi intervenía mucho en el juego de su equipo y estaba completamente libre, tocando a placer con Xavi e Iniesta. El balón lo tocaba más Messi que Busquets, detalle importantísimo en el FC Barcelona.
Y llegó la segunda mitad. Llegaron unos 35 minutos en los que el Barça fue realmente superior al Manchester United, que casi no vio el balón. El Barça salió mucho mejor que en la primera mitad y buscó la portería de Van der Sar desde un inicio. El United sucumbió ante un Barcelona que estuvo mucho más preciso, mucho más fino que en la primera mitad. Llegó el éxtasis blaugrana. Llegó el gol de Messi, que tras haber buscado varios pases entre líneas en algunas jugadas previas, chutó desde lejos y pilló a contrapié a Van der Sar aprovechando que ningún defensa del United le salió a presionar. Y quince minutos más tarde llegó la culminación, el golazo de Villa, que vino precedido de una gran jugada individual de Messi que la defensa del United no despejó con contundencia. Busquets recogió un balón dentro del área y le cedió el balón a Villa, que marcó un bellísimo gol.
Visto el resultado del Manchester United, planteando el partido con un 4-4-2, atrevido y ofensivo, muchos se preguntarán si no hubiera sido mejor jugar con un 4-5-1, sacrificando a Chicharito para ponerlo en la segunda mitad, fresco, como revulsivo, como en el inicio de la temporada, y poniendo a Fletcher en su lugar para presionar a un Messi que estuvo demasiado libre durante todo el partido. Antes del partido parecía que Fabio sería el punto débil del partido, pero estuvo bien, correcto y no hizo grandes errores. Algo peores estuvieron Park y Valencia, prácticamente desaparecidos en ataque y aguerridos en defensa. Valencia intentó frenar al Barça con faltas y Park se metió más por dentro para intentar tapar los huecos que encontraban Messi, Xavi e Iniesta, pero dejó a Alves demasiado espacio, aunque el lateral derecho se controló bastante en sus incorporaciones en ataque.
Seguramente, tras este partido, podremos valorar más positivamente el esfuerzo realizado por otros equipos como el Arsenal o el Real Madrid, que pusieron en dificultades a este equipazo. El Arsenal estuvo cerca de eliminar al Barça pese a no chutar a puerta en el partido de vuelta en el Camp Nou y el Madrid puso en dificultades al Barcelona, aunque para ello tuvo que jugar 4 partidos al límite y en tres de ellos acabó con un jugador menos. Ante el campeón de Inglaterra, uno de los mejores equipos de la actualidad, el Barcelona demostró jugar a un nivel muy superior. Esto no es nada fácil. También es muy complicado ganarle a este equipo que está marcando una época, pues éste es uno de esos equipos que dentro de unos años admiraremos muchísimo más, evocando finales como las de ayer. Este partido puede ser la culminación de unos años muy grandes para el barcelonismo, pero este equipo todavía tiene hambre y querrá ir a por más. No sé cuánto va a durar este equipo, pero creo que no soy el único que dentro de unos años dirá: Yo vi al Barça de Guardiola.
Diecinueve años más tarde, el FC Barcelona volvió a jugar una final en Wembley. Su quinta en los últimos 20 años, la séptima de su historia. La tercera de Guardiola, pero también la tercera de la generación de Puyol, Xavi, Valdés, Iniesta y Messi, los únicos supervivientes de ese equipo que ganó la Champions League con Rijkaard ante el Arsenal, un equipo londinense. Y, si miramos los titulares de la Final de 2009, sólo Valdés, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets y Messi repitieron en la final de ayer. 6 de 11, aunque podríamos añadir a Puyol, Keita o Pedro, que jugaron ambas finales. Sin embargo, pese a los cambios en el equipo blaugrana, en el Manchester United sólo cambiaron 3 de los titulares en Roma: Anderson, O'Shea y Cristiano Ronaldo.
Pese a los cambios en ambos equipos, el guión de ambas finales fue bastante similar. Inicio fuerte del Manchester United, apretando a un Barça que no tiene el balón, que lo tiene que rifar y al que le cuesta dar varios pases seguidos conservando el balón. Poco a poco Busquets fue entrando en juego ayer y el equipo lo notó. El Manchester United ya no presionaba tanto arriba y el Barcelona iba teniendo cada vez más el balón. El Barça fue mostrando su superioridad y monopolizó la posesión del balón a partir del minuto 15. En el 27 llegó el gol de Pedro. Iniesta superó a Carrick y a Giggs con un pase dirigido a Xavi, que va avanzando con el balón, poco a poco. Pedro se frena en seco para abrirse un poco más hacia la derecha mientras Vidic está más pendiente del balón que del jugador que tiene a sus espaldas, que se queda solo tras un buen pase de Xavi y define bien ante un ya vencido Van der Sar.
El United, que hasta entonces había hecho bastante daño buscando pases en profundidad hacia Rooney y Chicharito para superar la defensa del Barcelona, reaccionó bastante rápidamente. Su gol empieza en la presión de un saque de banda que sirvió Abidal. Después, Rooney hace dos paredes, la primera con Carrick y la segunda con un Giggs ligeramente en fuera de juego, y define muy bien, poniendo el balón fuera del alcance de Valdés. La defensa del Barça se fue tirando demasiado hacia atrás sin presionar a Rooney y Piqué salió algo tarde, aunque dejó a Giggs en fuera de juego. Pero, pese al gol del United, el guión del partido no cambió. El Barça asumió el control del balón y tuvo oportunidades para irse con el marcador a favor en el descanso. Messi intervenía mucho en el juego de su equipo y estaba completamente libre, tocando a placer con Xavi e Iniesta. El balón lo tocaba más Messi que Busquets, detalle importantísimo en el FC Barcelona.
Y llegó la segunda mitad. Llegaron unos 35 minutos en los que el Barça fue realmente superior al Manchester United, que casi no vio el balón. El Barça salió mucho mejor que en la primera mitad y buscó la portería de Van der Sar desde un inicio. El United sucumbió ante un Barcelona que estuvo mucho más preciso, mucho más fino que en la primera mitad. Llegó el éxtasis blaugrana. Llegó el gol de Messi, que tras haber buscado varios pases entre líneas en algunas jugadas previas, chutó desde lejos y pilló a contrapié a Van der Sar aprovechando que ningún defensa del United le salió a presionar. Y quince minutos más tarde llegó la culminación, el golazo de Villa, que vino precedido de una gran jugada individual de Messi que la defensa del United no despejó con contundencia. Busquets recogió un balón dentro del área y le cedió el balón a Villa, que marcó un bellísimo gol.
Visto el resultado del Manchester United, planteando el partido con un 4-4-2, atrevido y ofensivo, muchos se preguntarán si no hubiera sido mejor jugar con un 4-5-1, sacrificando a Chicharito para ponerlo en la segunda mitad, fresco, como revulsivo, como en el inicio de la temporada, y poniendo a Fletcher en su lugar para presionar a un Messi que estuvo demasiado libre durante todo el partido. Antes del partido parecía que Fabio sería el punto débil del partido, pero estuvo bien, correcto y no hizo grandes errores. Algo peores estuvieron Park y Valencia, prácticamente desaparecidos en ataque y aguerridos en defensa. Valencia intentó frenar al Barça con faltas y Park se metió más por dentro para intentar tapar los huecos que encontraban Messi, Xavi e Iniesta, pero dejó a Alves demasiado espacio, aunque el lateral derecho se controló bastante en sus incorporaciones en ataque.
Seguramente, tras este partido, podremos valorar más positivamente el esfuerzo realizado por otros equipos como el Arsenal o el Real Madrid, que pusieron en dificultades a este equipazo. El Arsenal estuvo cerca de eliminar al Barça pese a no chutar a puerta en el partido de vuelta en el Camp Nou y el Madrid puso en dificultades al Barcelona, aunque para ello tuvo que jugar 4 partidos al límite y en tres de ellos acabó con un jugador menos. Ante el campeón de Inglaterra, uno de los mejores equipos de la actualidad, el Barcelona demostró jugar a un nivel muy superior. Esto no es nada fácil. También es muy complicado ganarle a este equipo que está marcando una época, pues éste es uno de esos equipos que dentro de unos años admiraremos muchísimo más, evocando finales como las de ayer. Este partido puede ser la culminación de unos años muy grandes para el barcelonismo, pero este equipo todavía tiene hambre y querrá ir a por más. No sé cuánto va a durar este equipo, pero creo que no soy el único que dentro de unos años dirá: Yo vi al Barça de Guardiola.
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