Gratas sorpresas para un pequeño ignorante

Una de las cosas que más me gusta es ver a equipos que no he visto recientemente. O que apenas recuerdo haber visto nunca. Por eso, cuando la mayoría de ligas aprovechan para hacer su parón navideño, me gusta ver la Jupiler Pro League. Desde hace poco hacen su Boxing Day particular, con siete partidos el día 26 y uno el 27. Esto, junto a algún que otro vídeo o partido reciente hace que me haya empapado del fútbol belga recientemente.

Así he podido ver a algunos equipos que no recordaba haber visto recientemente. En parte porque siempre hay que escoger entre muchos partidos cada fin de semana y te acabas decidiendo por otros. O porque no hay manera de verlos. Sea como fuere, esta semana he podido ver a Mechelen, Círculo de Brujas, Kortrijk, Mons y Gent. Y he disfrutado bastante.

Ver a Genk, Brujas, Standard de Lieja y Anderlecht es más fácil al ser los grandes y al estar jugando competición europea. Pero eso no significa que no pueda disfrutar con el gran año de Matías Suárez, los finísimos Vainqueur y Dirar, el trabajador Buyens o los habilidosos De Bruyne y Cyriac. Pero lo mejor viene cuando ves a otros equipos, Gent aparte, a los que no recuerdas haber visto en bastante tiempo de manera regular. Y entonces, cuando las expectativas no son tan altras, es cuando más disfrutas.

Me pasó cuando vi al Mechelen o al Mons plantarle cara al Anderlecht. Tuve la oportunidad de ver una exhibición de Destorme y Gorius, la interesante salida de balón de De Witte o los desmarques de ruptura de Diabang Dialiba. Esa sensación de ver que Gorius y Destorme, cuando se asocian, podrían estar para jugar en algún club mejor. Lo mismo que cuando ves por primera vez a un atrevido Brüls y observas con atención en cómo Thijs, Jorgensen y Smolders dominan en el centro del campo mientras El Ghanassy sigue desequilibrando como la temporada anterior. O ser consciente de que es casi imposible juzgar a un equipo como el Mons cuando juega ante todo un Anderlecht sobre un campo casi impracticable, aunque consiga sacarle un puntito.

A veces estas pequeñas sorpresas no tienen un resultado material, en forma de puntos. Pasó ayer con el Círculo de Brujas, que le creó muchísimos problemas a un frágil Genk. Lo hizo con cierto orden, con el criterio de Evans y Cornelis en los laterales, con Renato Neto al mando del centro del campo y con Rudy y Vetokele creando muchísimas oportunidades arriba. Al final las genialidades de Barda evitaron que el Círculo de Brujas puntuara, pero mereció la pena ver a los visitantes competir pese al 4-2 final.

Situación totalmente opuesta a la del Kortrijk-Standard de Lieja. Aunque el equipo visitante estaba totalmente mermado por las lesiones y el local incluso lo superaba en la clasificación. Únicamente ya por la oportunidad de verse sorprendido por un equipo sólido, organizado, más que correcto con el balón uno ya puede sonreír e irse satisfecho. Y más cuando Joseph-Monrose hace una maniobra digna de un gran jugador para sentenciar el partido en el tiempo de descuento, poco después de entrar, y poner un 2-0 en el marcador.

Cuanto más bajas son las expectativas, a veces por propia ignorancia, mayores son las sorpresas. Y lo mejor ocurre cuando estas sorpresas son gratas, como en el caso de la Jupiler League. Aunque en ocasiones uno empieza a pensar que debe verla más a menudo. Pero entonces los días deberían tener, como mínimo, 30 horas.

Historias de Ligue 2

Los lunes -cuando no hay algún gran partido de Premier League o de la Liga BBVA, sobre todo- son un buen día para ponerse al día mirando las segundas divisiones de las ligas más importantes de Europa. Muy a menudo, quizá para compensar mi falta de tiempo dedicado al fútbol francés, la liga que escojo suele ser la Ligue 2. Los partidos suelen ser bastante buenos, entre equipos con nombre o de la zona alta, los lunes a las 20:30. Suele ser una liga muy igualada, con muchos equipos luchando por el ascenso y por el descenso, separados por muy poca distancia, con equipos históricos en horas bajas y con equipos desconocidos luchando por llegar a la Ligue 1. Generalmente disfruto bastante viendo esta competición y descubro cosas nuevas para mí.

De hecho, no hace demasiado, me soltaron una frase que me hizo reflexionar, hecha por una persona cuyo equipo ha ascendido recientemente a la Segunda División española. La frase, relacionada con este tema, era algo parecido a "este año estoy siguiendo los resultados de Segunda más que nunca". Mi respuesta, prácticamente immediata, no varió demasiado del "yo también, básicamente porque casi considero inmoral que llegue a seguir más la Ligue 2 que la Segunda División de aquí". Entonces ya había pensado escribir algo sobre esta competición, pero había que sacar tiempo para escribir sobre el tema. La conversación quizá ha influido en que escriba esto más pronto de lo que esperaba. Quizá es porque tengo más tiempo del que esperaba ahora mismo. O quizá es porque esta semana ha habido una jornada de Ligue 2que hace que tenga varios partidos recientes en mi cabeza y también alguna historia interesante.

La Ligue 2 es una liga interesante. Actualmente, tras 18 jornadas, la Ligue 2 no decepciona a nadie. La lidera el Clermont Foot, con 34 puntos. Bastia (3º) y Sedan (4º), igualados a 30 puntos, marcan la leve diferencia entre la zona de ascenso directo y la permanencia en la Ligue 2, separada por algunos goles de diferencia actualmente. En el undécimo puesto, con 25 puntos, está el Nantes, caso representativo de lo ajustado que está todo. Amiens, Arles-Avignon (15 puntos ambos) y Mónaco (13 pts) están en los puestos de descenso, con el Le Mans muy cerca (16 pts); el descenso parece que estará entre estos 4 equipos. Y no hay que olvidar que Mónaco y Arles-Avignon vienen de la Ligue 1. El Lens, el otro equipos que descendió, está en el decimoquinto lugar de la clasificación mientras que el Guingamp (5º) acompaña al Bastia y al Amiens como los nuevos equipos que han subido desde la categoría inferior esta temporada.

Una vez presentado el torneo, toca pasar a los detalles. En especial a pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos. Y una curiosidad bastante recurrente es la presencia de bastantes hermanos de futbolistas en la categoría.

En uno de los partidos que he visto más recientemente, el pasado 5 de diciembre, se enfrentaron Stade Reims y Nantes. En el Nantes jugaba Bruno Cheyrou, ex jugador de un histórico Lille que pasó de jugar en la Ligue 2 la temporada 1999-00 a jugar en la Champions League la temporada 2001-02 con el mismo equipo. Esto, en su momento, le valió un fichaje por el Liverpool. Es el hermano mayor de Benoît Cheyrou, también salido de la cantera del Lille y actual jugador del Olympique de Marsella. Precisamente ese día, en ese partido, en el Reims fue titular Romain Amalfitano, hermano pequeño de Morgan Amalfitano, también jugador del Marsella. Relacionado con el Olympique de Marsella, y también con la selección francesa, ese día también jugó Sylvain Wiltord, actual jugador del Nantes a sus 37 años.

Si nos vamos un poco más atrás, al pasado 3 de octubre, tocaba ver al Boulogne, equipo que hace poco estaba en la Ligue 1. Ese día pude disfrutar de Enzo Reale, internacional sub 20 cedido por el Olympique de Lyon. Sin embargo, ya que hablábamos de hermanos recientemente, también me encontré con Aurélien Capoué, hermano mayor de Étienne Capoué, jugador del Toulouse. Precisamente Aurélien ha sido internacional en 7 ocasiones con Guadalupe. Ese día, cuando el Boulogne (equipo más norteño de la Ligue 2) se enfrentó con el SC Bastia (recién ascendido a la Ligue 2 y equipo más sureño), descubrí que Jerôme Rothen, a sus 33 años, todavía sigue jugando al fútbol. Y lo hacía en el entonces equipo visitante, en el Bastia. Titular en la final de la Champions League de 2004 en la banda izquierda del Mónaco, su entonces compañero de la banda derecha también juega en la Ligue 2. Ludovic Giuly volvió el pasado verano al Mónaco, pero sin demasiada fortuna ya que su equipo sólo ha ganado uno de los 18 partidos disputados esta temporada.

Nuevo salto en el tiempo. En esta ocasión volvemos al mes de diciembre. Y nos vamos al día 19, fecha muy reciente: En Avant Guingamp-Sedan. Si siguiésemos hablando de hermanos, podríamos hablar de Florentin Pogba, hermano de Paul (Manchester United) y gemelo de Mathias (Wrexham). Sin embargo, en el Sedan también hay otras cosas curiosas a destacar. Hombres como Ramé, portero ex del Girondins, o apellidos que nos pueden sonar a otros jugadores pese a no tener relación con ellos como Abdoulay Diaby o Pierrick Valdivia. Pero el equipo local, el Guingamp, no quiere ser menos y, pese a no tener hermanos de futbolistas famosos, tiene al hijo de un mito del fútbol francés. Thibault Giresse es, con cinco goles, el máximo goleador del Guingamp esta temporada. Evidentemente su padre es Alain Giresse, actual seleccionador de Malí. Antes de pasar a otro equipo, y como que todo queda en familia, en este equipo también juega Mamadou Samassa, primo del delantero del Valenciennes (ex del OM, por cierto) con quien comparte nombre y apellido. Si algún día véis a este equipo también es recomendable fijarse en Knockaert, habilidoso jugador joven de banda. Pero para cerrar un poco el tema de los familiares de futbolistas y así no convertirlo en algo demasiado repetitivo, en el Lens está jugando Thorgan Hazard, uno de los hermanos pequeños del jugador belga del Lille Eden Hazard.

Finalmente, un poco en la línea de lo que he ido viendo recientemente, hay un par de jugadores coreanos que no tienen mala pinta. Es difícil ver a jugadores asiáticos en esta categoría y me resulta algo llamativo. Primero descubrí a Song Jin-Hyun, jugador de 24 años del FC Tours, atacante bastante polivalente. En el Nantes está Lee Yong-Jae, bastante más joven, de sólo 20 años. Como jugadores técnicos que son, siguiendo el prototipo de jugador asiático, siempre me han llamado la atención cuando les he visto jugar en lunes.

Seguramente las historias de muchos de estos jugadores acaben en el olvido. Quizá nadie se acuerde de Rothen o Wiltord y, de golpe, desaparezcan súbitamente del fútbol, anunciando la retirada en los medios de comunicación regionales. Quizá pocos conocíamos a los hermanos malos de jugadores de primer nivel, o de equipos de primer nivel, y nos los encontremos de vez en cuando de manera casual. O quizá todavía son muy jóvenes para que los conozcamos. Quizá no televisen demasiados partidos de la Ligue 2 y sean difíciles de ver. Y quizá nos sorprenda ver dentro de unos meses que el Mónaco o Arles Avignon han bajado de división otra vez. O quizá sea al revés y hacen una segunda vuelta espectacular y consiguen la permanencia. La Ligue 2 todavía me deja muchas incógnitas, pero también muchos jugadores por ver y descubrir. Seguramente no la vea tan a menudo como me gustaría, pero disfruto viendo sus partidos. Aunque también es cierto que debería ver más a menudo los partidos de su hermana mayor, la Ligue 1.

Progresando en la sombra

Si hace poco hablaba del progreso del fútbol polaco en competición europea, Bélgica y, sobre todo, Austria merecen un hueco en este blog por su gran campaña europea. Su rendimiento ha sido más que notable, pese a que los resultados finales quizá no han sido tan positivos.

Es cierto que Bélgica no pudo meter a dos equipos en la fase de grupos de la Champions League. Que el Standard de Lieja cayó ante el Zürich en la primera ronda previa que disputó. Y que el Genk pasó por penaltis a la fase de grupos, en la que no consiguió ganar un partido. Pese a que los 3 puntos del actual campeón belga puedan parecer pocos, sus tres empates en casa ante rivales como Chelsea, Valencia o Leverkusen fueron claves en el desarrollo de su grupo, emocionante hasta la última jornada. Apenas apareció De Bruyne, pero el Genk dio la cara dentro de sus limitaciones.

El caso de los equipos belgas en la Europa League también es reseñable. Anderlecht, Standard de Lieja y Brujas han conseguido liderar tres grupos de bastante nivel y/o abiertos hasta la última jornada. Aunque el sorteo de dieciseisavos no haya sido especialmente bueno para sus intereses (Brujas jugará contra el Hannover y en caso de pasar se enfrentaría al Standard mientras que el Anderlecht se enfrentará a un siempre difícil AZ Alkmaar), sus resultados han sido, para mí, bastante sorprendentes. En especial los de Standard de Lieja y Anderlecht, que perdieron varias piezas importantes como Witsel, Defour, Carcela-González y Mangala (Standard) o Lukaku y Boussoufa (Anderlecht) el pasado verano. Sin embargo, jugadores como Vainqueur, Buyens, Seijas, Matías Suárez, Fernando Canesin o Safari están rindiendo a un buen nivel que hace que sus clubes no echen tanto de menos a sus antiguos cracks. Pese a estas pérdidas, han conseguido reponerse y seguir compitiendo. Como es habitual, los jugadores se van y los clubes se renuevan con otros que se acabarán marchando si rinden a un buen nivel. Es un proceso cíclico, pero en este caso el nivel de los equipos apenas se ha visto afectado por esta transición obligada.

El caso de Austria es algo menos llamativo, aparentemente. Sólo el Salzburgo consiguió meterse en dieciseisavos de final, eliminando al todopoderoso Paris Saint Germain. Sin embargo, tampoco deberíamos obviar la presencia de otros dos equipos del mismo país en la fase de grupos de la Europa League: Sturm Graz y Austria de Viena.

Los primeros acabaron colistas en el mismo grupo del Anderlecht. No consiguieron meterse en la fase de grupos de la Champions League, eliminados por BATE Borisov en la última ronda previa, y sólo han sumado tres puntitos en la fase de grupos de la Europa League. No son grandes cifras, pero estaban ahí metidos. Sin embargo, lo del Austria de Viena es más llamativo. Acabaron terceros en su grupo, por detrás de AZ Alkmaar, por diferencia de goles. Más allá del resultado, lo más llamativo es que estuvieron luchando por meterse en dieciseisavos hasta el final, aunque necesitaban una derrota del AZ Alkmaar ante el Metalist, que finalmente no se produjo. Consiguieron empatar en los dos partidos contra el AZ Alkmaar cuando el actual líder de la Eredivisie parecía ser imparable y varios jugadores como Barazite o Junuzovic demostraron que quizá están para algo más que una liga austriaca que, por cierto, está muy abierta actualmente tras 18 jornadas.

Quizá no habrán sido grandes victorias ni resultados escandalosos. No habrán dado pie a llamativos titulares ni a sorpresas mayúsculas -Salzburgo aparte- pero estos equipos han demostrado que cada vez son más competitivos. Son equipos que van mejorando, en especial los austríacos, pese a haber metido únicamente al Salzburgo en dieciseisavos. Quizá lo de los belgas no sorprenda tanto, pero su rendimiento también ha sido muy positivo, con tres líderes de tres posibles. Por no hablar de la campaña europea de los equipos chipriotas, que ha sido notable y que merecería una mención aparte, por la presencia del APOEL en octavos de final de la Champions League y la lucha del AEK Larnaca por el segundo puesto de su grupo en la Europa League. Son temas parecidos, pero lo del fútbol chipriota es una historia a la que espero darle bola algún día...

La igualdad de los cuartos de final

Ayer se disputaron los cuartos de final del Mundial de Clubes, esa competición desprestigiada principalmente por los europeos al tener (supuesta y realmente) mayor nivel la Champions League (vía de acceso) que el propio torneo. Sin embargo, la posibilidad de ver competir a los campeones continentales en un mismo torneo convierte a este torneo en una competición corta y estimulante. Y, para la mayoría de equipos participantes, es un reto enorme. Para ellos, el premio está en llegar a las semifinales, donde esperan los campeones de la Champions League y Copa Libertadores.

Ayer se conocieron los dos equipos que acompañarán a FC Barcelona y Santos en semifinales. Los dos son asiáticos. El primero en pasar, Al-Sadd, es el actual campeón de la Champions asiática. Eliminó al Esperánce de Tunis en un partido bastante igualado y polémico, en el que el equipo tunecino mereció más. Sin embargo, los 90 minutos nos sirvieron para descubrir a nuevos jugadores como el lateral zurdo africano Chammam, del Esperánce, o la pareja de mediocentros formada por Wesam Rizik y Talal en el equipo catarí.

El segundo equipo es el Kashiwa Reysol, del cual conocemos algo más porque ya ha jugado dos partidos. En el partido inaugural, el campeón de Japón (país anfitrión) eliminó al Auckland City de Ramon Tribulietx. En los cuartos de final, en un partido más igualado, consiguió eliminar a Monterrey en la tanda de penaltis. El partido fue abierto y ambos equipos disfrutaron de ocasiones. Sin embargo, lo más llamativo fue que el entrenador de Kashiwa, Nelsinho, no hizo ningún cambio hasta el minuto 105. Y más teniendo en cuenta que 8 días antes estaba luchando por la liga japonesa y que el equipo titular era prácticamente el mismo que jugó contra el campeón de Oceanía tres días antes. Al final sólo entró un jugador en el minuto 105 y fue quien marcó el penalti decisivo que metió a su equipo en las semifinales.

Más allá de lo histórico que fue el día para el fútbol asiático, que posiblemente no consiga meter a ninguno de sus equipos en la final, lo mejor fue el nivel de los partidos. Dentro de las limitaciones de estos cuatro equipos (Monterrey, Kashiwa, Al-Sadd y Esperánce), todos nos mostraron detalles muy interesantes, nos gusten más o menos sus propuestas. Como Monterrey que, pese a no haber completado una buena actuación en su liga, tiene a jugadores muy interesantes como Chávez o Zavala, además de otros que ya han pasado por Europa como César Delgado, Humberto Suazo o Ricardo Osorio. Con plantillas competitivas, nos dejaron unos partidos igualados, quizá los más parejos que veamos en el Mundial, a expensas de una supuesta final entre Santos y FC Barcelona, que también puede llegar a ser espectacular.

Puede que el formato no nos guste, como comentamos en el anterior programa de Global Fútbol. Puede ser que el nivel de los equipos deje bastante que desear, y que los equipos de Libertadores y Champions League sean muy superiores a los demás, a pesar de la sorpresa que supuso Mazembe la temporada pasada. Puede ser. Pero sin esta competición, no habríamos visto estos cuartos de final tan interesantes. Con jugadores que no conocíamos como Sakai u Otani en Kashiwa Reysol, que lucharán por meter a los anfitriones en semifinales. Quizá caerán en semifinales de manera estrepitosa. Pero habremos descubierto a 4 o 5 equipos nuevos, que no habíamos visto nunca. Y quizá alguno de ellos nos guste. O nos guste uno de sus jugadores. El Mundial de Clubes no deja de ser una oportunidad para ver a estos equipos. Y su nivel real, en la mayoría de casos, es el que pueden mostrar en esta ronda de cuartos de final, cuando pueden sacar el máximo de sí mismos ante un rival de nivel parecido. Por esto me gusta tanto esta ronda, quizá más que la final. Aunque a dos de estos equipos les gusten más las semifinales, que les brindan la oportunidad de enfrentarse a estrellas como Neymar o Messi.

PD: Para completar el Mundial de Clubes, David Fernández ha coordinado una Guía de esta competición (apretar aquí para descargar). En ella han colaborado twitteros como Diego Clemente, Dani Rivera, Alberto Zaragoza, Iker Vega, David Fernández (hay 2 distintos), Jaume Naveira, Xabier Sánchez y un servidor. Cada nombre redirige a su twitter. La Guía incluye análisis de todos los equipos, con información básica, necesaria pero completa sobre todos ellos.

Pequeños milagros europeos

Cuando empezaba la fase de grupos, poco podíamos imaginar que nos íbamos a encontrar algunas de las sorpresas que se han cerrado en estos dos últimos días. Por ejemplo, yo fui el primero que, en ver el grupo del APOEL, con tres campeones recientes de la Europa League, lo daba por eliminado. Pensaba que quizá rascaría algún punto en su casa, que acabaría siendo clave como juez. Pero en ningún caso podía imaginar que pasaría a octavos de final.

Unos meses después, el APOEL se clasificó para los octavos de final, con una jornada de antelación. Lo mejor (y más sorprendente) era que no había perdido ninguno de sus 5 primeros partidos. Perdieron el sexto, en casa contra el Shakhtar ayer, pero acabaron primeros de grupo por delante de Zenit, Porto y Shakhtar Donetsk, que no son equipos menores. Algo muy meritorio para este modesto equipo chipriota, que está escribiendo al historia del fútbol de su país.

Otra de las grandes sorpresas ha sido el Basilea. Un equipo que ya dejó buenas sensaciones la temporada pasada, pero que no pudo superar a la Roma en un grupo bastante complicado. Sin embargo, el grupo de esta edición de la Champions parecía aún más complicado. Pero en el fútbol nada es imposible. Un grupo con Manchester United, Benfica y Otelul Galati no parecía nada fácil. Y no lo era

El Basilea tenía que sumar 6 de 6 contra los rumanos y esperar. Y, en su primer partido de gran exigencia, el Basilea levantó un 2-0 en contra en Old Trafford. Llegó a ir ganando por 2-3 y acabó empatando ese partido. Lo consiguió sin Shaqiri, sancionado durante los dos primeros partidos. Dos jornadas después, el Basilea rascó otro punto en Lisboa ante el Benfica (1-1). Consiguió ganar sus dos partidos contra el Otelul Galati y llegó la jornada decisiva, en el duelo directo contra el Manchester United. Y con un cambio de entrenador por el camino, porque Fink se marchó al Hamburgo SV, a iniciar un nuevo proyecto.

Con personalidad y buen juego, el Basilea jugó de la única manera que sabe. Dominó el balón y supo qué tenía que hacer. Es un equipo que sufre sin él y que muestra su peor versión si está sometido el rival, básicamente porque su defensa no está para presumir de sus propias virtudes. El Basilea no sabe jugar de otro modo y con sus armas, plantó cara y marcó dos goles en un partido que será recordado durante mucho tiempo en Suiza. El 2-1 final acabó dejando fuera de la Champions a un equipo que había sido finalista en 3 de las últimas 4 ediciones, entre ellas la más reciente. Un golpe duro para el equipo de Ferguson, muy cuestionado en este inicio de campaña.

Además, hemos visto como el otro equipo de Manchester se quedaba fuera de la Champions League, superado por un Napoli siempre combativo y un Bayern München que ha estado a un nivel excepcional. La exigencia del grupo (completado por un pobre Villarreal que no ha conseguido puntuar) insinuaba que podía haber una sorpresa, pero el equipo de Mancini, que domina la Premier League con autoridad, parecía intocable. Hasta que llegó la Champions League y los líderes de Inglaterra se convirtieron en mortales.

Finalmente, el Trabzonspor es otro de los nombres de esta Champions League. Ha acabado en tercer lugar de su grupo, por detrás de Inter y CSKA y por delante del Lille, campeón de Francia. Sin embargo, tras meterse en la Champions de rebote por la polémica que rodeaba al Fenerbahçe, ha cumplido un buen papel y ha luchado hasta el final por el segundo puesto. Quizá le veamos enfrentarse al Athletic de Bilbao de Bielsa en dieciseisavos de la Europa League...

Si miramos los grupos con perspectiva, veremos cómo hay dos equipos del primer bombo que se han quedado fuera de los octavos de final. Porto y Manchester United han caído a la Europa League, mientras que Napoli y APOEL, que partían desde el último bombo, han sorprendido a muchos (el Napoli un poco menos). Además, Zenit, Bayer Leverkusen y Basilea han conseguido sorprender a otros equipos mejores partiendo desde el tercer bombo. Es curioso porque, en el caso del grupo del Zenit, han pasado los dos equipos con peor coeficiente UEFA.

Quizá, de cara a la Champions League 2012-13, pronto nos empecemos a tomar a estos equipos con mayor seriedad. Porque aunque algunos no nos resulten familiares o parezcan equipos menores, la Champions es su gran oportunidad para hacer historia. Y algunos de ellos lo han demostrado. Ahora tocará esperar al sorteo de la siguiente ronda... y a que se cierren los grupos de la Europa League la próxima semana.

El progreso polaco

El pasado viernes se sortearon los grupos de la próxima Eurocopa que se disputará en Ucrania y Polonia. Precisamente, esta última selección, Polonia, es la que llega con el peor coeficiente UEFA (de selecciones) de todas las que disputan el torneo. Pese a ello no hay que olvidar que esta selección consiguió llegar a ser la tercera mejor del mundo en 1974 y 1982. Y medallistas olímpicos hasta en tres ocasiones (1972 campeones, 1976 y 1992 subcampeones).

Sin embargo, hoy no toca hablar del sorteo del pasado viernes. Eso ya tocará hacerlo más adelante, cuando se vayan perfilando las convocatorias y apenas queden algunos días para que empiece el torneo, y no meses enteros. Pese a ello, no está de más recordar que, un par de días antes de dicho sorteo, el Legia de Varsovia (aunque perdió en casa contra el PSV) certificó su pase a los dieciseisavos de final de la Europa League. Y, el día anterior al sorteo, el Wisla de Cracovia consiguió una victoria de prestigio en Dinamarca contra el Odense, que mantiene vivas sus opciones de clasificarse para la siguiente ronda, pese a que lo tengan muy difícil.

A la buena actuación de los equipos polacos en esta Europa League - hay que recordar que el Wisla de Cracovia se quedó muy cerca de la fase de grupos de la Champions League, tras caer contra el sorprendente APOEL, que marcó el gol definitivo en el minuto 87 del partido de vuelta - hay que sumarle la del Lech Poznan de la temporada pasada. El equipo de José Mari Bakero sorprendió a toda Europa clasificándose para los dieciseisavos de final por delante de Juventus y Salzburg en un grupo muy complicado. Incluso consiguieron ganar un partido al Manchester City (3-1) y empatar a 3 contra la Juventus en Turín. Finalmente se cruzó el Sporting de Braga, a la postre finalista del torneo, pero el impacto fue suficiente como para ser recordado durante bastante tiempo. De hecho, los aficionados citizens ahora celebran los goles imitando a los aficionados del Lech Poznan. Esta celebración, llamada Grecque en Polonia, recibe el nombre de "The Poznan" en Inglaterra.

Más allá de las buenas actuaciones de los equipos polacos en la Europa League, quizá veamos pronto a uno de ellos haciendo una buena temporada en la Champions. El APOEL o el Kobenhavn serán los modelos a imitar, pero pedirles eso sería demasiado. Sin embargo, el fútbol polaco va progresando a nivel europeo, soñando con recuperar los días de gloria del pasado. La Eurocopa va a ser una buena prueba para ver a qué nivel está el fútbol del país, porque también hay buenos jugadores jugando en el extranjero como Szczesny (Arsenal), Piszczek, Lewandowski y Kuba (B.Dortmund) o Jelen y Obraniak (Lille). Mientras el país polaco espera con ganas la Eurocopa, la atención en la Ekstraklasa (liga local) se centra en el Slask Wroclaw, actual líder y uno de los equipos emergentes del país tras regresar a la primera división polaca en la temporada 2008-09.

El Benfica luxemburgués

Hamm es una de las pequeñas regiones administrativas en las que se divide el pequeño país de Luxemburgo. Más conocida por su cementerio y monumento dedicado a los soldados americanos que lucharon y murieron en la Segunda Guerra Mundial (la mayoría de ellos caídos en la Batalla de las Ardenas, aunque también está enterrado el general Patton), también es conocida por una reducido grupo de habitantes portugueses. Y no precisamente por haber quedado encuadrados en el mismo grupo en la fase de clasificación previa al Mundial de Alemania, entre 2004 y 2005.

En Hamm hay un equipo de fútbol muy relacionado con el fútbol portugués. Su nombre lo indica bien claramente: FC RM Hamm Benfica. El nombre - que comparte con uno de los 3 grandes equipos portugueses, igual que el escudo pese a alguna pequeña modificación - lo recibió por la gran cantidad de personas de origen luxemburgués que hay en la zona, según Joao Vaz la mayoría son hijos de emigrantes portugueses durante la dictadura de Salazar. Muchos se fueron a Luxemburgo, donde los portugueses son la principal comunidad extranjera. Para atraer el interés de esta comunidad, el club, fundado en 2004, decidió imitar el nombre de uno de los grandes clubes de Portugal. La idea funcionó y el equipo ya está en la máxima categoría del fútbol nacional.

Si consultamos la plantilla del FC RM Hamm Benfica en transfermarkt.de nos encontramos con un amplia comunidad lusófona. La mayoría, como David Da Mota, Cristiano Alves da Sousa, François Augusto o Christiano Pereira Fereira gozan de la doble nacionalidad. En estos cuatro casos comparten la nacionalidad luxemburguesa con la portuguesa. Sin embargo, también hay otros jugadores que comparten la nacionalidad de su país natal en la mayoría de casos (Luxemburgo) con otras como RD Congo (Kitenge, nacido en Kinshasa), Italia (Massimo Martino) o Bosnia-Hercegovina (Emko Kalabic). A la comunidad de portugueses hay que añadirles a dos jugadores con origen en Cabo Verde (Aderito de Jesus dos Reis Vaz y David Lopes, este último también tiene la nacionalidad francesa) y a otros 3 jugadores portugueses (sin ser luxemburgueues, según he leído) como Lima, Ericsson Santos Duarte o Hugo Da Silva.

A este vergel de nacionalidades hay que sumarle otros jugadores que acaban de darle una carácter más cosmopolita al equipo. Jugadores nacidos en Bosnia-Hercegovina como Sanel Ibrahimovic (de apellido familiar para muchos, ya lleva 10 goles en 12 partidos esta temporada), varios jugadores franceses entre los que está Nabil Benhamza, nacido en Francia pero que también posee la nacionalidad marroquí, y Andrea Borrielli, un futbolista italiano. También hay otros jugadores de dudoso origen como Elmir Kocan, Igor Stojadinovic, Sven Di Dominico o Antonio Fortes que, además de ser luxemburgueses, seguramente tendrán familiares de otros países. Y eso que no hablamos de los dirigentes del equipo como Felipe Vilaverde (entrenador), Augusto Martins (manager) y todos los entrendores de categorías inferiores del club.

Este curioso equipo, séptimo de la liga de Luxemburgo a 10 puntos del líder (Grevenmacher), no es el único que fue fundado inspirados o influenciado por el Benfica. También encontramos a otros parecidos en países muy distintos. Por ejemplo, más allá de las excolonias portuguesas como Angola o Mozambique, llegó a existir el Sport London e Benfica FC, desaparecido el pasado 2010. O, aún más cerca, en Andorra, todavía existe el Casa Estrella del Benfica, fundado en 2003.

Sin embargo, volviendo a Luxemburgo, la presencia de jugadores portugueses en los equipos de la liga local es prácticamente inevitable. No hay ningún equipo en la primera división nacional que no tenga, como mínimo, un jugador de origen o apellido portugués. Significativo, aunque no nos debería extrañar porque, según el censo de 2001, viven unos 58.000 portugueses en Luxemburgo, un país de 439.539 habitantes en aquel momento.