miércoles, 1 de junio de 2011

Los pequeños amigos de la pelota

El rival es Suiza, hace casi dos años selección Campeona del Mundo en la categoría sub 17. Es cierto que no tienen ni a Ben Khalifa ni a Kasami ni a Xhaka, pero el bloque sigue siendo bueno. Se mantiene Haris Seferovic, al que le salió un imitador en Bosnia y Herzegovina con el mismo nombre pero nacido tres meses más tarde. Es cierto que España es un equipo muy preparado para competir contra el equipo suizo: el bloque es muy similar al del equipo que en el mismo Mundial sub 17 acabó siendo tercero. Tampoco hay que olvidar que ambos equipos también se enfrentaron en el Europeo sub 17 disputado también el 2009, en el que España sólo sacó tres empates a cero. Suficiente para estar en el Mundial sub 17, pero no para estar en semifinales.

Empezó el partido y España marcó pronto. Buena jugada de Sarabia y centro que remata Juanmi (uno de los pocos nuevos) en el segundo palo. Se adelantó España en el marcador y a partir de ese momento, el balón fue monopolizado por el equipo español. Una exhibición, digna de la selección absoluta. Koke, Rubén Pardo y Sergi Roberto eran los amos del centro del campo, los amigos de la pelota. Sarabia desequilibraba por la banda derecha, demostrando su enorme calidad una y otra vez volviendo loco a Benito. Y Suiza, ese equipo al que había que estar atento, campeón en la generación del 92, casi no veía el balón. Las posesiones de España eran largas y, generalmente, acababan culminadas en algún tipo de jugada de ataque, fuera en alguna jugada de desborde de Sarabia o en algún pase entre líneas.

El partido siguió de un modo parecido en la segunda mitad. Pero en la segunda mitad entró Isco. Isco, ese estratosférico jugador del Valencia Mestalla. Que él esté en el banquillo y que no se notara la ausencia de Muniaín, ya con la sub 21 española, habla muy bien del nivel de esta selección. Y cuando entró Isco, ¡cómo se notó el cambio! Esa inteligencia, esa capacidad de mover el balón con clase, esa habilidad para aguantar el balón y soltarlo en el momento oportuno, habilidad que todavía no posee Deulofeu - dos años menor que el resto -, que también acabó teniendo sus minutos. Llegó el segundo de España, de Isco tras un regalo de Juanmi. Y poco después marcó Suiza el 2-1, a balón parado. Todavía sufrió un poco España al final, cuando Suiza apretó en busca del empate. Pero Seferovic no apareció y el marcador se quedó igual.

El partidazo de ayer de España demostró, una vez más, el nivel que tienen estas generaciones que vienen por debajo. Su partido fue un escándalo. Si bien es cierto que todavía queda ganar contra Montenegro y contra Inglaterra, el trabajo de España en categorías inferiores sigue dando sus frutos. El trabajo está bien hecho y está teniendo continuidad. El estilo de juego es uniforme en las categorías inferiores, es un estilo muy parecido al de la absoluta y los jugadores se acoplan al sistema con facilidad, se sienten cómodos. Ahora sólo les falta a algunos de estos jugadores tener algunas oportunidades más y dentro de unos años tendremos un proyecto de 18 jugadores, de los cuales quizás 10 o 12 tendrán opciones reales de entrar en una convocatoria con la absoluta a largo plazo. Algunos de ellos triunfarán. Alguno seguro que se quedará en el camino. Pero el trabajo y las generaciones que vienen ilusionan de verdad. El fútbol español tiene reservas para mucho tiempo. Para muchísimo tiempo.

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