lunes, 17 de septiembre de 2012

Una sugerente exhibición

Uno de los partidos del fin de semana en Inglaterra era el que enfrentaba a Arsenal y Southampton. Fuese por las atractivas propuestas de ambos equipos, las dudas de un Southampton que empieza a necesitar puntuar con urgencia o por ver cómo el Arsenal solucionaba su particular pelea con el gol, personalmente este partido me parecía especialmente atractivo. Y no decepcionó a pesar de la cómoda victoria del Arsenal, demasiado fácil.

En cualquier caso, eso fue más mérito gunner que demérito del Southampton, a pesar de que volvió a dar muestras de su fragilidad defensiva, que posteriormente intentó corregir dando entrada a Yoshida en el lugar de Hoovield. La primera mitad del Arsenal fue una exhibición, quizás la mayor vista en lo que llevamos de Premier League: ritmo vertiginoso, enorme velocidad en la circulación de balón, verticalidad y profundidad. Gervinho partía como delantero centro, con Podolski en la banda izquierda y Oxlade-Chamberlain en la derecha. Wenger decidió no alinear a Giroud y el extremo marfileño respondió mejor en esa posición que Podolski en los ratos en los que el alemán fue la principal referencia del equipo.

Sin embargo, Gervinho no permanecía estático en ataque, ni mucho menos. Su posición de delantero centro era su lugar de partida, pero luego se movía constantemente, cayendo a banda, bajando en ocasiones a recibir, pero sobre todo asociándose y entendiéndose muy bien con Podolski, que supo leer muy bien los espacios creados por Gervinho para sorprender apareciendo por el centro. Al mismo tiempo, el alemán permitía que la banda izquierda se convirtiera en territorio exclusivo del lateral Gibbs, que percutía constantemente por allí, generando ocasiones de gol. Tanto el primer gol como el cuarto del Arsenal son un buen ejemplo de ello.

Todo esto, acompañado por un inspirado Oxlade-Chamberlain bastante más fijo en la banda derecha, fue demasiado para la defensa del Southampton, totalmente desbordada. De hecho, dos de los seis goles encajados son en propia meta -en parte en jugadas desafortunadas-, pero el tercer gol -el primero de Gervinho- quizás sea la muestra más evidente de su fragilidad defensiva. Yoshida intenta perseguir a Gervinho, le pierde la pista y Arteta lo aprovecha filtrando una asistencia magnífica a su espalda que deja al marfileño solo ante el portero. Demasiado fácil, quizás, pero bien aprovechado.

Además hay que destacar la importancia que tiene Arteta en este equipo, ya desde la temporada pasada, y la que está adquiriendo Cazorla, jugador importantísimo en ataque. El primero estuvo acompañado por Coquelin, que a diferencia de Diaby es un jugador que guarda mejor la posición y no llega tanto al área contraria, permitiéndole así a Arteta llegar algo más cerca del área para combinar y asistir entre líneas, tarea que ejerció a la perfección. En cambio, el asturiano se sitúa unos metros por delante y es un socio más para Podolski, Oxlade-Chamberlain, Gervinho y cualquier jugador de ataque que juegue en el equipo de Wenger. Juega a pocos toques, de manera sencilla, acelera el ritmo de su equipo sin caer en la imprecisión o en la precipitación y, además, de manera constante durante todo el partido. Apenas lleva un mes en el equipo y parece que Cazorla lleve años vistitendo la camiseta gunner.

No obstante, el Arsenal tiene que conseguir mantener este nivel de juego. Durante 45 minutos rozó la perfección y luego se relajó, aunque no concedió demasiado a su rival a pesar de tener algunos minutos flojos al inicio del segundo tiempo en los que cedió la iniciativa y perdió el control de la posesión. También jugó bien ante el Liverpool, un rival de mayor exigencia, pero la temporada es larga y hay que ser pacientes. Incluso los laterales han empezado a un buen nivel, tanto Gibbs como Jenkinson. Sí, Jenkinson, que ahora parece ser un jugador algo más sólido en defensa aunque lejos queda del mejor Sagna. Ante el Southampton el engranaje de Wenger funcionó fantásticamente bien, pero aún falta ver si los problemas de cara a portería están solucionados de manera parcial o ya definitiva. Y es que aún falta encajar a otra pieza en este puzzle: el criticadísimo Giroud, de quien se esperan goles más pronto que tarde. Esta semana esperan dos nuevas pruebas exigentes como su antiguo equipo, el Montpellier en Champions, y el Manchester City, que servirán para ir confirmando hasta dónde puede llegar el equipo gunner esta temporada.

1 comentario:

  1. me acuerdo muy bien de ese encuentro, Arsenal y Southampton, pero me acuerdo porque no pude verlo desafortunadamente porque tuve que trabajar ese día y todavía lo lamento

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