Una competición como la Champions League en la que se miden los mejores equipos del fútbol europeo siempre es una magnífica oportunidad para ver el nivel real de muchos clubes. Algunos en ocasiones son muy superiores a sus rivales nacionales y, sin embargo, luego no son capaces de plasmar en la competición europea lo demostrado en su liga nacional unos meses antes, evidenciando una falta de competitividad preocupante en algunos casos.
El ejemplo más evidente de esto son las dos últimas aventuras europeas del Borussia Dortmund, que ha sido incapaz de superar la fase de grupos tanto de la Europa League (2010-11) como de la Champions (2011-12) en un par de temporadas en las que fue el dominador absoluto del fútbol alemán, superando en dos ocasiones al Bayern. Especialmente preocupante fue su actuación en la Champions League, cuando el Olympique de Marsella remontó en los minutos finales un partido que el equipo de Klopp tenía ganado, provocando no sólo que el Borussia Dortmund no fuera segundo de grupo, sino que acabara en la cuarta posición, también por detrás de Olympiacos. El duro golpe fue compensado con una nueva Bundesliga y el título de Copa; la marcha de Kagawa, con Reus. El bloque sigue siendo el mismo, pero sin resultados europeos Klopp no podrá retener a sus mejores jugadores durante mucho más tiempo.
Otro equipo que decepcionó fue el Manchester City. No llegó a la Champions League como campeón de liga de su país, pero sí como uno de los equipos de mayor potencial para desbancar a los claros favoritos, los equipos españoles. Una plantilla amplia, con bastantes recursos y jugadores de nivel que no rindió como se esperaba, en parte por la dificultad de su grupo, con Bayern, Napoli y Villarreal. Sin embargo, también cayó eliminado antes de tiempo en la Europa League, ante un buen Sporting CP, y no demostró todo su potencial. Con una nueva Premier ahora en sus vitrinas, la experiencia del año pasado y varias incorporaciones de nivel no pueden permitirse naufragar por segunda vez consecutiva en la fase de grupos.
Finalmente, otro equipo que sufrió una gran decepción al quedarse fuera de la Champions antes de las eliminatorias fue el Ajax. Sólo la goleada del Olympique de Lyon en Zagreb pudo evitar que el Ajax regresara a los octavos de final de la Champions seis años después. No hay que olvidar que ese Olympique de Lyon acabaría cayendo posteriormente ante un histórico APOEL, pero de haber llegado a octavos el Ajax hubiese tenido su oportunidad de hacer historia a pesar de sus limitaciones. Ya no están Vertonghen, van der Wiel, Anita y el nivel de la plantilla parece ser ahora sensiblemente inferior al de la temporada pasada.
Ahora estos tres equipos han quedado encuadrados en el grupo del Real Madrid, el más complicado en esta edición de la Champions League, el único con cuatro campeones de liga. Y esas ligas son España, Inglaterra, Alemania y Holanda. El City de Mancini buscará redimirse y no puede permitirse otra decepción europea toda vez que el proyecto de Klopp necesita resultados en la Champions para confirmarse como una realidad capaz de competir también en Europa y ganarse el respeto del continente. En cambio, en el Ajax este año quizás sí que se conformarían con alcanzar la tercera plaza que da acceso a la Europa League. Sus limitaciones -sobre todo defensivas- quedarán al descubierto ante tres de los equipos más potentes del mundo. Y uno de los tres grandes candidatos sufrirá un inevitable revés porque sólo hay dos plazas. Pero esto es la Champions League.
Y apunto -intentaré escribir sobre ello mañana- que otro equipo que necesita superar los grupos en esta edición de la Champions League es la Juventus. Muy superior en Italia a todos sus rivales, donde su oposición actualmente es menor, y que ahora debe demostrar su nivel real en Europa. Chelsea y Shakhtar tampoco son rivales fáciles.
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