domingo, 26 de febrero de 2012

Retorno a Wembley

Hoy, el Liverpool vuelve a Wembley 17 años después. No juega desde el 2 de abril de 1995 en este mítico estadio, ahora totalmente distinto. Desde entonces, el Liverpool ha jugado varias finales de Copa (y Communitiy Shields), pero todas ellas en el Millenium de Cardiff. Y, por fin hoy llega su oportunidad de regresar al gran templo del fútbol inglés, situado a las afueras de Londres, prácticamente en el mismo lugar pese a ser muy distinto al estadio que había 17 años atrás. Del viejo estadio quedan pocas cosas. Una de ellas es la presencia de las dos torres que presidían el viejo Wembley, utilizadas en la construcción del nuevo estadio.

Los aficionados de Liverpool y de Cardiff podrán recorrer las líneas de metro de Londres, pagando sus billetes de cuatro zonas para poder llegar al escenario del partido del día, un partido distinto de los demás, siempre que vengan del centro de Londres. Recorrerán el mismo camino que pude hacer hace unos meses, aunque fuera sólo para visitarlo por dentro, sin la mística del partido. Los aficionados seguramente sentirán el ambiente de una gran tarde ya en el tren que lleva a Wembley, ese tren que va dando botecitos durante un tramo del largo viaje. Los afortunados que tengan un billete para la final podrán recorrer ese enorme, largo y bonito camino que conecta la estación de Wembley Park con el estadio. Verán como, pese a que parece que está cerca, el camino se les va haciendo más y más largo ante la figura del gigantesco estadio, que espera al público mientras al frente ondea la bandera de Inglaterra, situada detrás de la estatua de Bobby Moore, capitán de la selección inglesa que ganó la Copa del Mundo en 1966.

En Wembley, el guía de mi visita era un aficionado del Liverpool. Del Liverpool y amante del fútbol inglés en general. Sabía atraer la atención de su público y se notaba que disfrutaba de su trabajo. Envidiaba a los pocos que veníamos de Barcelona, uno de los últimos equipos que había ganado en Wembley. Y, al mismo tiempo, era capaz de acordarse de que el Coventry City, localidad donde residía una de las familias que visitó el estadio ese día, le había ganado una final de la FA Cup al Tottenham en la prórroga en el año 1987. Disfrutaba como un niño mientras nos explicaba curiosidades sobre el estadio y únicamente deseaba que su Liverpool, y el de un par de niños de 4 o 5 años de edad, que iban con la camiseta del capitán Gerrard, llegara pronto a jugar una final allí. Él seguro que estará allí hoy, deseando ver a Steven Gerrard levantar la Carling Cup.

Hoy el Liverpool de Kenny Dalglish tiene una magnífica oportunidad para levantar un título. El último trofeo que está en las vitrinas del museo del club es la FA Cup que alzó Rafa Benítez en 2006, ganada ante un competitivo West Ham United. Sin embargo, de ese equipo apenas quedan unos cuantos jugadores como Reina, Carragher o Steven Gerrard, que marcó dos goles ese día. Ya en la final, la oportunidad es demasiado grande como para dejarla escapar después de tantos años, algunos de ellos convulsos, esperando un día como éste.

Ante el Liverpool estará un equipo galés combativo, liderado por la exquisita zurda de Whittingham. El Cardiff es un equipo que lleva trabajando bastante bien en los últimos años, luchando por el ansiado ascenso a la Premier League, conseguido por sus vecinos galeses de Swansea recientemente. En el Cardiff también estará Anthony Gerrard, el primo del capitán red, Robert Earnshaw o Kenny Miller. Ellos querrán emular al Birmingham, que sorprendió en la última final de la Carling Cup ganando contra todo pronóstico al Arsenal. Vienen de la segunda división del fútbol inglés, pero venderán cara su derrota. Sufrieron para eliminar al Crystal Palace en semifinales y, tras perder la final de la FA Cup en 2008, quieren volver a ganar un título de copa 85 años después (FA Cup de 1927).

Sin embargo, hoy, un hombre anónimo con la camiseta del Liverpool estará en la grada. Seguramente lleve una camiseta con el nombre de Gerrard y el dorsal 4 a la espalda. Esa persona habrá ido a Wembley casi a diario durante varios meses, quizá años. Pero ninguna de esas visitas será tan especial como la de hoy, con su equipo jugándose un título. Y, una vez se acabe el partido, con la alegría de la victoria o la amargura de la derrota, esperará que el Liverpool vuelva, como mínimo, una vez más a ese estadio tan especial. Aunque antes tendrá que eliminar al Stoke para poder volver a Wembley en las semifinales de la FA Cup...

3 comentarios:

  1. Gran artículo, Tomàs, me ha gustado mucho. Como siempre, cada vez que alguien me habla de Wembley me prometo a mí mismo que tengo que pisar ese estadio algún día.

    Tengo sensaciones enfrentadas en este partido. Por un lado, soy -como la mayoría- partidario de que ganen los modestos. Pero es que anoche vi la alineación de los Reds de 2006 y son tantos recuerdos... además del hecho de haber estado en Anfield hace dos años (y aquí aprovecho para intentar darte envidia, jaja).

    No me identifico tanto con este Liverpool como con el de Benítez (no necesariamente por ser 'Spanish'), pero es que aquél equipo era muy grande. Espero que gane el mejor, pero desde luego, esbozaré una -gran- sonrisa si, después de llegar del partido de Osasuna, veo que el Liverpool ha ganado.

    Un saludo Tomàs!!

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  2. Muy bueno el artículo. Seguro que el guía disfruta esta tarde como el que más

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  3. comparto la opinión del amigo Carlos Pérez, es un excelente artículo, muy buen análisis, sigue así que te seguiré visitando, saludos!

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