lunes, 11 de abril de 2011

Del cielo al infierno

El caso del Wolfsburgo es muy extraño. Hace poco menos de dos años se proclamó campeón de la Bundesliga, con un equipo que maravilló a propios y a extraños. Liderados por tres jugadores de gran nivel (Dzeko, Grafite y Misimovic) el Wolfsburgo se impuso en una Bundesliga un poco extraña en la que cuatro equipos llegaron con opciones reales de ganar el título a final de temporada. Fueron el máximo goleador de la Bundesliga - incluyendo a los dos máximos goleadores de la temporada en el fútbol alemán-, el tercer equipo menos goleado y consiguieron algunas victorias para la memoria (como un 5-1 ante el Bayern) que valieron para conseguir su primer título de su relativamente corta historia.

La temporada siguiente iban a estar en Champions League. Mantuvieron el bloque, pese a que varias estrellas de su equipo sonaron con fuerza para reforzar a los grandes de Europa, e incluso mejoraron su plantilla. Llegaron jugadores con buen cartel como Kahlenberg o Martins. Pero el que no se quedó fue el entrenador que lideró el milagro: Felix Magath. Los resultados del equipo empeoraron. En Champions no consiguieron superar al CSKA en la fase de grupos y acabaron terceros, siendo relegados a la Europa League, competición en la que las cosas tampoco acabaron de funcionar. Eliminaron al Villarreal y al Rubin Kazan, pero acabaron cayendo ante el Fulham en cuartos de final. Otra decepción que se sumaba a la mala campaña en liga. Dzeko siguió marcando goles, pero el equipo no le acompañó. Sobre todo Grafite, que pasó de marcar 28 goles en 25 partidos la temporada anterior a meter sólo 11 en 30 partidos, la mitad que su compañero de equipo. El Wolfsburgo acabó la Bundesliga octavo, a cinco puntos de la Europa League. Toda una decepción para los vigentes campeones.

Tras la mala temporada del Wolfsburgo, llegó Steven McClaren, el entrenador que tras fracasar con la selección inglesa había convertido al Twente en campeón de la Eredivisie. Pero no sólo llegó McClaren, sino que también llegaron otros jugadores. Jugadores que ilusionaban al aficionado del fútbol, que veía cómo los Kjaer, Friedrich, Ben Khalifa, Mandzukic y Diego ayudar a Dzeko a devolver al Wolfsburgo a lo más alto. Ya no estaba Misimovic, pero el equipo había vuelto a dar otro salto de calidad.

Sin embargo, los resultados del equipo no fueron acorde con las expectativas generadas en verano. Empezaron con tres derrotas consecutivas ante rivales complicados (Bayern, el sorprendente Mainz y un enorme Dortmund) y luego encadenaron 3 victorias consecutivas. Se colocaron sextos en la clasificación, pero no subieron más. En las 23 posteriores jornadas de liga sólo han ganado otros tres partidos, tantos como en los 6 primeros encuentros de la temporada. Son el equipo que menos gana y el tercero que menos goles marca. Se marchó Dzeko en invierno y, pese a los interesantes refuerzos del equipo - Koo Ja Cheol, Yohandry Orozco, Patrick Helmes, Mbokani o Tuncay Sanli -, el equipo no ha remontado el vuelo. Son decimosextos y, a falta de 5 jornadas para el final de la Bundesliga, jugarían el play-off contra el tercero de la segunda división para no bajar. El colista está a dos puntos, los mismos que separan al Wolfsburgo de la salvación. Cuatro de los próximos cinco partidos son contra rivales directos en la carrera por la salvación, pues el St. Pauli, Colonia, Werder Bremen y Kaiserslautern no están demasiado mejor que el Wolfsburgo.

La situación actual es dramática y si echamos la mirada hacia atrás vemos el título de liga conseguido en la temporada 2008-09 como algo muy lejano, casi ajeno a la actual plantilla. No puede ser que la sexta plantilla más cara de la Bundesliga (según transfermarkt) se vaya a segunda división. Con la plantilla que tiene, y las expectativas que generó antes de que empezara la temporada, el descenso sería uno de los fracasos más estrepitosos del fútbol del siglo XXI.

2 comentarios:

  1. Es lo que tiene el fútbol. Y si no mira, otro alemán, el Schalke, que está prácticamente en semis de Champions...

    Saludos desde La Escuadra de Mago

    Por cierto, en mi blog tengo una sorpresa ^^ jaja

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  2. El Wolfsburgo ha demostrado este año que casi siempre es mejor tener un equipo equilibrado, que una plantilla plagada de buenos jugadores, pero descompensada.

    Su irregularidad le penaliza muchísimo, y cuando un equipo creado para luchar por títulos, se ve en la cola... problemas. Pese a todo, creo que se salvarán, aunque la cifra de 3 partidos ganados sobre 23 no invite al optimismo.

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