Koné, complemento necesario

El Wigan es un equipo con poco gol. Sus dificultades para encontrar la red de la portería contraria han sido uno de los mayores problemas del equipo en los últimos años. Sin ir más lejos, el año pasado el máximo goleador del equipo fue Franco Di Santo con siete tantos en liga. La temporada anterior fueron N'Zogbia y Hugo Rodallega los más efectivos de cara a puerta con nueve goles en liga. Tras la decepcionante aportación de Boselli en su momento, con serios problemas de adaptación, el Wigan de Roberto Martínez ha decidido apostar por Arouna Koné. 

Pasadas las primeras nueve jornadas de Premier, el delantero costamarfileño se ha consolidado como un fijo en las alineaciones del técnico de Balaguer. Ha participado en todos los partidos de liga y en todos, a excepción del primero ante el Chelsea, ha sido titular. Forma la pareja atacante del equipo junto a Franco Di Santo, también autor de tres goles en estas primeras jornadas. Con un buen jugador como Maloney por detrás, Koné sabe que tiene a alguien que le hará llegar unos cuantos balones de calidad en cada partido.

El partido ante el West Ham United del pasado sábado fue la demostración de que ya entiende lo que se le pide en Inglaterra. Recordó a la mejor versión de la temporada pasada, la que vimos en el Levante, con una primera mitad magnífica. Aguantó el balón de espaldas, descargó para los centrocampistas y carrileros y tiró varios desmarques que generaron ocasiones de peligro. Lo hizo todo en apenas 90 minutos. Y a pesar de que le faltó el gol, es el delantero con mayor instinto de la plantilla. a afición confía en él y pronto habrá que plantearse si ya es el mejor jugador del Wigan, incluso por delante de ese joven, competitivo y pelirrojo centrocampista irlandés.