El Girondins de Burdeos de Francis Gillot no enamora como el de Blanc. No tiene una individualidad mágica como la de Gourcuff en su momento, ni un centrocampista que se imponga en el centro del campo como el mejor Alou Diarra, ni Trémoulinas ha encontrado un socio mejor que Chamakh para rematar sus centros. Sin embargo, tres años después de ganar la Ligue 1 este equipo ha vuelto a recuperar cierto atractivo. Compite mejor que en los últimos años y aunque no va a estar luchando por el título debería estar en Europa la próxima temporada.
El Girondins de Gillot es menos espectacular, pero tiene en su solidez la mayor de sus virtudes. Tras ocho partidos en liga sólo ha encajado 6 goles (segundo mejor registro de la liga) y lo ha hecho en un total de cuatro partidos, siendo capaz de dejar al PSG y Olympique de Lyon sin marcar ante su propio público. De hecho, junto al Lorient y el ya mencionado PSG, es uno de los tres equipos de Francia que aún no conoce la derrota en liga.
Tres victorias y cinco empates. Sus números son un reflejo del buen trabajo del entrenador, que suele optar por una defensa de cinco hombres -formada por tres centrales y dos carrileros largos, Mariano y Trémoulinas- que están resguardados por un trío de centrocampistas de un despliegue físico más que correcto. Con este entramado defensivo se convierten en un rival incómodo, al que resulta difícil de atacar por dentro al acumular tantos hombres y al que tampoco se le hace especial daño con los centros laterales, ya que Carrasso no flojea en esta faceta del juego. Ésta es la idea que aplicaron contra PSG y Olympique de Lyon y les salió bien. Además, a pesar de haber perdido a su líder defensivo, Ciani (Lazio), no lo están echando de menos. En este sentido es especialmente importante la figura de Sané, que también es un futbolista poderosísimo físicamente y que puede jugar tanto de central como de mediocentro según convenga.
Y Sané no es el único futbolista polivalente de la plantilla. De hecho, el Girondins es un equipo complicado porque está dotado de una gran multitud de recursos tácticos gracias a ello. Eso le permite también jugar otros partidos con cuatro defensores, como en la Europa League ante el Newcastle y Estrella Roja (ambos partidos de la eliminatoria previa) o ante el Nice en liga. Esto lo aplica Gillot ante rivales a priori más fáciles o ante los cuales no le vale replegarse y necesita tomar la iniciativa. La línea defensiva de 5 hombres es más adecuada para replegarse y contragolpear y éste es el plan alternativo, añadiendo generalmente un centrocampista más para controlar mejor la parcela central del campo o en ocasiones añadiendo a un segundo punta.
A partir de estas elecciones de Gillot se va conformando el equipo. En el centro del campo hay una base casi siempre fija de tres centrocampistas, uno más físico que ocupa la posición central cuyo rol es más posicional y defensivo (Sané y N'Guemo), y dos acompañantes de un perfil más técnico y de cierto despliegue para ayudar en las tareas defensivas (Obraniak, Plasil, Sertic, etc.). En el caso de que Gillot apueste por cuatro defensores, aparece la figura de un mediapunta que reciba entre líneas y combine con los dos delanteros. En cambio, cuando Gillot aplica la versión más conservadora, o bien cae uno de los puntas o bien se prescinde de la figura del mediapunta, según convenga.
No obstante también hay que mencionar algunos de los déficits del equipo. Atrás, ni Trémoulinas está al mismo nivel de hace 3 años ni los otros defensas individualmente son unos prodigios en las tareas de contención. Funcionan bien conjuntados, pero individualmente (sin Ciani) su nivel no es alto y en ocasiones pueden quedar en evidencia si se les consigue encarar en solitario. Sin embargo, más preocupante es la relación de este equipo con el gol. De momento no hay un goleador claro en el equipo -hasta cuatro jugadores han marcado dos goles en liga, nadie ha anotado más tantos- y de los nueve primeros clasificados en Francia ellos son los que menos veces han perforado las redes rivales. Son un equipo muy peligroso a balón parado, pero los suyos suelen ser partidos con pocos goles. En general a este equipo le cuesta crear ocasiones y si el juego por bandas, aprovechando sus laterales/carrileros tan profundos, no da resultados le quedan pocos recursos alternativos para dañar al adversario.
En conclusión, más allá de los problemas que pueda tener este equipo, suman 14 puntos en este inicio de liga y no se encuentran lejos de los puestos de acceso a Champions. En la Europa League han empezado de una manera irregular (victoria por 4-0 ante el Brujas y clara derrota ante el Newcastle por 3-0) y tendrán que luchar para clasificarse para las eliminatorias. No obstante, lo más ilusionante es que Burdeos vuelve a tener un proyecto futbolístico interesante y competitivo para plantar cara a los mejores equipos de Francia a pesar de no tener la magia de hace dos o tres temporadas. El equipo estimula y unos pocos años más tarde hay que volver a incluir de vez en cuando los partidos de este equipo a la larga lista de visionados pendientes y recomendables.
PD: Escribí el informe del Girondins de Burdeos en la Guía Sphera, de la que de momento sólo han salido los informes de los equipos de Champions y Europa League. Este post es una manera de profundizar un poco más en este equipo además de tener en cuenta los cambios tras los primeros partidos ahora que el equipo ya ha competido ante rivales de entidad.
Burdeos, yo me acuerdo que hace algunas decadas atrás tenian un muy buen equipo, muy competitivo, pero hoy en día extrañan esos días de antaño
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