miércoles, 21 de marzo de 2012

Le Petit-Quevilly

Le Petit-Quevilly es una pequeño municipio de la Alta Normandía, al norte de Francia. Según el censo de 2009, ahí viven 21.745 personas. Se encuentra al lado del río Sena, entre la ciudad de Rouen, capital de la región, y Le Grand-Quevilly. Ayer, en su pequeño estadio de fútbol (caben unas 2.500 personas) se produjo una de las grandes sorpresas de la jornada. El US Quevilly, decimosexto clasificado de la tercera división francesa, eliminó al Olympique de Marsella de la Coupe de France. Un modesto equipo de tercera eliminó al vigente campeón de la liga francesa y al equipo francés que está cuajando una mejor temporada en competición europea tras haber certificado su clasificación para los cuartos de final de la Champions League una semana antes.

Sin embargo, la alegría que vivió ayer el Quevilly es consecuencia de muchos años de duro trabajo. Este equipo llegó a las semifinales de Copa hace dos temporadas, pero no todo fue fácil hasta ese momento. Este era un equipo con cierta tradición en Francia. De hecho llegaron a jugar una final de Copa en 1927... ¡contra el Olympique de Marsella! En esa ocasión, el 6 de mayo de 1927, cayeron por un claro 3-0.

A partir de los años 50 el equipo jugó en la categoría de fútbol amateur en Francia. Pero una reforma en el sistema de ligas el año 1970 les permitió ascender a la segunda división del fútbol francés, mayor hito del equipo tras la final de Copa jugada en 1927. Se mantuvieron durante dos temporadas. Pero tras un meritorio séptimo puesto en la primera temporada, el equipo empezó a pasar apuros económicos, no se podía permitir los largos desplazamientos para jugar como visitante y no podía mantener la pagar los focos para iluminar el campo en los partidos nocturnos. Los problemas económicos provocaron el descenso del equipo de la segunda división y el equipo acabó descendiendo a la División de Honor de Normandía en la temporada 1975-1976. Tras la temporada 1977-78 el equipo desaparecería tras declararse en bancarrota.

Pero no tardó en ser refundado. Esto ocurrió un 6 de enero de 1979 y el equipo volvió a jugar en las ligas oficiales de la federación francesa, pero lo hizo en la última categoría del fútbol francés, ocho por debajo de la que disputaba en la temproada 77-78.

Desde entonces el equipo ha ido sumando ascensos y poco a poco ha ido recuperando su lugar en el fútbol francés. En la temporada 1998-99 consiguió el ascenso a la 5ª división del fútbol francés y en 2010 llegó otra alegría copera, muchos años después, cuando jugaron la ya citada semifinal ante el Paris Saint-Germain siendo un equipo de cuarta división.

El año pasado ascendieron a la National, la tercera división del fútbol francés. Y lo han celebrado a lo grande, tras eliminar al Racing Club Clermontois, Feignes y La Tour D'Auvergne Rennes en los penaltis, Angers, Orléns y ayer al Olympique de Marsella, clasificándose para las semifinales de la Copa con esta victoria. Tras eliminar al La Tour D'Auvergne Rennes escribí sobre ellos porque me parecía notable que un equipo de la sexta división francesa pusiera en tantos problemas a uno de tercera. Ese día, mientras escuchaba la tanda de penaltis en una radio francesa sin entender casi nada, quería que el TA Rennes ganara la tanda. Sin embargo, ayer, mientras escuchaba el final del partido en la radio francesa -seguramente la misma- quería que el Quevilly eliminara al Olympique de Marsella. Por esa simpatía que genera un equipo que es capaz de eliminar a los más grandes de su país en más de una ocasión. O simplemente a un equipo que es más grande cuando observas ese partido desde una situación externa a ambos equipos.

Quizá sea la típica simpatía hacia el equipo débil, reforzada ahora al descubrir la dura historia de este equipo que en los últimos años ha ido progresando partiendo desde la última categoría del fútbol francés. El fútbol nos descubre situaciones muy bonitas y ésta es una de ellas, una historia de superación. Este equipo de Le Petit-Quevilly volvió a vivir una noche de alegría, su tercera gran noche en los últimos años. Una alegría más que merecida que mete a John-Cristophe Ayina entre los mitos contemporáneos del club. Y una alegría que comparto con este pequeño equipo, al que me gustaría ver en la final de París del próximo 28 de abril.

1 comentario:

  1. primero no sabía de la existencia de Le Petit-Quevilly y mucho menos de su historia, que bueno leer tus posts para aprender cada vez más!

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