Sorteos, balones y espejos

Hoy, antes de que empiece otro gran fin de semana lleno de fútbol, quizás el último gran fin de semana futbolístico de 2010, quiero dedicarle una entrada a los sorteos que copan las portadas de todos los periódicos deportivos: los sorteos de Champions, como noticia principal, y de Europa League, en la portada pese a estar en un márgen. Pero también quiero aprovechar para tratar, sin darle demasiada importancia (espero), el Balón de Oro y acabar con el Mundial de Clubs, cuya final se jugará mañana.

1. Sorteos de Champions y de Europa League.
Me gusta mucho cómo han quedado los cuadros de la Europa League y las eliminatorias de octavos de al Champions. Los partidos de Champions están bastante equilibrados, con partidos realmente interesantes como el Milan-Tottenham, Valencia-Schalke o el Roma-Shakhtar, pero también con partidos que ya vimos en la pasada edición como el Lyon-Real Madrid (octavos 2010), Arsenal-Barcelona (cuartos 2010) e Inter-Bayern (final 2010). Además, también están el Marsella-Manchester United y el Kobenhavn-Chelsea, a priori más desequilibrados, aunque creo que el Manchester sufrirá más de lo esperado para ganar al equipo francés. Pero es pronto para analizar estas eliminatorias, pronto para hacer porcentajes. Estos partidos se juegan dentro de dos meses y, en febrero, la situación de estos clubes puede cambiar mucho. Cuando llegue el momento oportuno, ya publicaré las previas, porcentajes, favoritos y alicientes de cada eliminatoria.
En la Europa League hay eliminatorias que tienen muy buena pinta: PSV-Lille, Napoli-Villarreal, Sevilla-Porto, Basel-Spartak de Moscú, Benfica-Stuttgart, Anderlecht-Ajax o Besiktas-Dynamo de Kiev. Serán partidos atractivos, interesantes y protagonizados por jugadores muy buenos, jugadores que merece la pena ver. Habrá que ver cómo llegan todos los equipos a febrero, claro. Pero también es curioso ver como Ajax y Dynamo de Kiev, por poner un ejemplo, se enfrentaban en los play-offs de acceso a la Champions League y ahora están jugando en la misma ronda de la Europa League. A veces sale mejor jugar la Europa League para llegar lejos, que jugar la fase de grupos de la Champions League pero luego quedar eliminado. Es una cuestión de la que me gustaría tratar con mayor profundidad en el futuro para el blog.

2. FIFA Balón de Oro, extensible a todos los trofeos individuales
Los trofeos individuales, sean Balones de Oro o FIFA World Players, están sobrevalorados. Son trofeos votados por una minoría, por periodistas prestigiosos y capitanes y seleccionadores, pero al fin y al cabo, por un a minoría. Y parece que nadie sabe qué está votando: si la mejor trayectoria, si el mejor año, si el mejor Mundial, si la mejor actuación en Champions, si la mejor temporada, si al mejor jugador del mundo o el que marca más goles. Porque, además, es imposible valorar de un mismo modo a un portero comparándolo con un defensa, un centrocampista o con un delantero. Porque, a veces, parece que en los años de Mundial, se olvidan los 6 meses previos de ese año. Porque, sino, no entiendo que Diego Milito no estuviera en esa lista de 23 candidatos y sí lo estuviera Klose. O que Sneijder no esté en el podio, aunque sería difícil quitar a uno de los tres jugadores del Barcelona de ahí (en mi opinión creo que quitaría a Iniesta, aunque eso no quiere decir que me parezca mejor o peor jugador que Xavi o Messi, sino que creo que su año 2010, Mundial aparte, ha sido más discreto). El fútbol es un deporte de equipo y sí, hay jugadores más destacados que otros, pero es muy difícil dar un trofeo individual a alguien por ser el mejor de un año que no corresponde con la duración una temporada natural, sino con el final de una temporada y el inicio de la siguiente. Para mí, repito, estos trofeos tienen poco valor. Es un valor simbólico, al que creo que se le da más importancia de la que realmente tienen o deberían tener.

3. El Mundial de Clubs, Mazembe y la democratización del fútbol
El Mundial de Clubs es un trofeo más positivo que negativo para el fútbol. Por mucho que en Europa y, supongo que en Sudamérica, se piense lo contrario. Por mucho que las fechas no sean las más cómodas para los equipos europeos: es un trofeo que enfrenta a los equipos campeones de su continente, un trofeo global, mundial, en el que un equipo asiático, africano o de Fiyi se puede enfrentar a todo un campeón de la Champions League. Es una competición infravalorada, al igual que la Copa Confederaciones. Un torneo que pocos valoran y, como dice Axel Torres, mal llamado Mundialito en España (me incluyo entre esta gente que tiene - o tenía - la mala costumbre de llamarlo por este diminutivo). Y por fin, aunque parecía muy difícil que pasara, veremos a un equipo africano en la final. Mazembe (RD Congo) ganó primero a Pachuca (México) y luego a Internacional de Porto Alegre (Brasil). Ha llegado a la final, y jugará contra el Inter de Milán. Posiblemente no ganará, pero ver una final que no sea Campeón de Libertadores contra Campeón de la Champions, ya no es una utopía.
Éste es un primer paso, como muchos otros que han dado el fútbol africano y el fútbol asiático. Otro paso hacia un fútbol en el que todos los equipos tengan la posibilidad de jugar ante los grandes, un fútbol democratizado. Preferiría que el Campeón la de Libertadores y el Campeón de la Champions League entraran en la misma ronda que el Campeón de Oceanía. Pero ver que hay equipos que consiguen su objetivo, incluso superando sus expectativas es grande. Porque ahora muchos equipos querrán ser como ese Mazembe que ganó a Internacional, querrán ser ese equipo modesto que gana al gigante. Por eso agradezco que exista el Mundial de Clubes, igual que la Copa Confederaciones. Porque son competiciones en las que equipos de todo el mundo pueden soñar con jugar con los grandes, y también con ganarles un partido. Y además, podemos ver a equipos nuevos, a los que quizás nunca veríamos. Si el Mundial de Clubes es tan grande, es justo por eso.