El cóctel milagroso del Wigan: trabajo, esfuerzo y fe

Hoy el Wigan ha protagonizado una de las hazañas de la jornada. Seguramente, también será una de las grandes hazañas de su historia, y no es para menos. Y es que han remontado un 0-2 en contra que tenían en el minuto 79, y han acabado ganando el partido por 3 a 2. Y no sólo eso: le han remontado a todo un Arsenal que se jugaba pelear por el título, por la Premier League, un 0-2 en contra.

Vi fragmentos la primera mitad, porque no encontré un streaming de calidad. La segunda mitad sí que la pude ver casi íntegra. Pese a ello, el Arsenal fue mejor en la primera mitad, combinaba más y mejor y evitaba ataques peligrosos del Wigan que apenas creaba peligro, llegaba a la portería de Fabianski en muy pocas ocasiones y con poco peligro. Con el partido controlado, el Arsenal se acercaba al área de Kirkland y Walcott aprovechó un pase e hizo un rápido regate para marcar a placer el 0-1. Luego el Arsenal metió el 0-2 al inicio de la segunda mitad, dando un golpe que parecía definitivo para los latics. Pero el Wigan se levantó.

El Wigan trabajó con el marcador en contra. Empezó a jugar bien y aprovechó el exceso de confianza del Arsenal, que se veía con los 3 puntos en el saco y que no quería forzar para no tener más lesionados. El Wigan se esforzó para crear ocasiones, para empezar a desplegar ese juego que prometía este equipo en verano, tocando el balón, moviéndolo bastante bien y jugando con un fútbol directo. Y apareció la fe, el Wigan nunca se rindió, siempre tuvo esperanzas de marcar un gol y meterse en el partido. Y este gol apareció en el minuto 80, lo marcó Ben Watson y la asistencia fue de Victor Moses.

Moses fue el revulsivo del equipo. Entró en el campo y cambió la dinámica del equipo, desequilibró por la banda izquierda, volviendo loco a Sagna, que no sabía cómo pararle. Con su entrada mejoró el juego del Wigan, devolvió la confianza al equipo de los latics. Creó peligro él solito, hizo que sus compañeros confiaran en él y en una posible remontada. Y de sus botas salió el 1-2.

Con 1-2, el Wigan se creció aún más y el Arsenal no supo que hacer, si mantener la ventaja o conservar el balón e ir a por más. Parecía que con el paso de los minutos los tres puntos del partido se iban acercando al equipo gunner, pero entonces apareció Fabianski, que no blocó un saque de córner y Bramble, muy listo y rápido de mente, aprovechó su error para poner el empate en el marcador. Con el empate en el marcador, entró Van Persie, demasiado tarde, demostrando que Wenger temía el riesgo de lesión de sus jugadores y que no pensó en dar entrada a sus jugadores para refrescar a su equipo, para intimidar un poco al rival con su presencia. Esto lo demuestran sus 3 cambios, realizados en los minutos 81 y 90.

Pero aún faltaba la guinda del Wigan. El Wigan se sentía crecido, era inmenso comparado con un flojo Arsenal. Cuando los aficionados del Wigan aún cantaban el gol del empate, apareció N'Zogbia que cogió el balón en la banda derecha, fue entrando hacia el centro esquivando y regateando a sus rivales, como si de Messi se tratara, y con la zurda clavó el balón pegado al palo. Un golazo que Fabianski sólo pudo seguir con la vista.

El Wigan consiguió 3 puntos vitales que hacen que dé un paso de gigante hacia la permanencia, aunque pese a la victoria, aún no está totalmente asegurada. El Arsenal deja escapar 3 puntos que le descuelgan de la lucha por el campeonato, por la Premier League. Y además, Fabianski va a tener los días contados en el Arsenal, porque tras su "exhibición" en el campo del Porto, el empate vino de un error demasiado grande de un portero que aspira a ser titular en el Arsena, ya que el polaco no pudo blocar un balón en el área pequeña tras un saque de esquina. Dudo que vuelva a jugar y no sé quién lo va a querer fichar si hay porteros que están un poco por encima de Fabianski en la mayoría de listas de preferencias. En el fútbol todo es posible y hoy nadie pudo imaginar que esta remontada pudo llegar a producirse en el minuto 50 de partido.