Bari y Palermo, equipos paralelos

El Bari y el Palermo están siguiendo dos caminos paralelos esta temporada. Ambos equipos están buscando un estilo de fútbol distinto al que se ve en la Serie A, buscan un fútbol de pases cortos, de toque contínuo para encontrar la portería contraria. Hay diferencias entre ambos equipos, esto está claro, y el Palermo es un equipo con una plantilla más amplia y que cuenta con dos grandísimos jugadores que marcan las diferencias: Javier Pastore y Fabrizio Miccoli.
Ambos equipos están superando con creces las espectativas creadas esta temporada, el Palermo está luchando por el cuarto puesto con la Sampdoria, Juventus y Napoli mientras que el Bari no ha sufrido por la salvación y ha estado en la zona cómoda de la tabla durante una grandísima parte del año, sin sufrir por el descenso en ningún momento.

Por parte del Palermo, todos conocemos a estas alturas a Pastore, Miccoli o Kjaer, los tres pilares del equipo. Pero no sólo existen estos jugadores. Están Simplicio, Liverani, Abel Hernández, Cavani, Bertolo, Blasi o Sirgu que forman una línea de acompañantes digna de ser un banquillo de lujo de los grandes equipos de la Serie A.
El Bari, en cambio, se tiene que conformar con Barreto y Almirón como pilares, como sus referencias en la delantera y en el centro del campo respectivamente. También cuentan con dos centrales de calidad, Ranocchia y Bonucci, centrales que son llamados a ser el futuro de la defensa de Italia. Y cuentan con Koman, una joven promesa que está cedida desde la Sampdoria que está algo desaprovechado tirado hacia la banda izquierda.

Las diferencias entre los dos estilos, el del Bari y el del Palermo, son bastante visibles, pero la filosofía es parecida. El Palermo tiene jugadores de gran calidad para mover la pelota jugada con velocidad, Pastore la puede conducir y levantar la cabeza para hacer un pase magistral a Miccoli o a quién sea, para dejarlo solo. Pero la idea principal del equipo es jugar rápido, mover el balón rápido y de una forma directa para desconcertar al rival. Y además los chispazos de Miccoli o de Pastore dan muchas alternativas al equipo.
El juego del Bari está adaptado a las posibilidades del equipo. El Bari quiere el balón, necesita el balón y lo mueve con paciencia. En el partido de hoy ante la Juventus, en el que han perdido 3-0, se ha visto en la primera mitad. Mueven el balón con calma, con paciencia, hasta que encuentran un hueco o dan dos pases seguidos con Álvarez y Koman en constante movimiento hasta que consiguen ganar la espalda a la defensa. Difícilmente conseguirán que les salgan esos chispazos de Miccoli o de Pastore, pero poco a poco van encontrando huecos y consiguen algunas oportunidades claras de gol.

Las defensas también son parecidas. Mientras que en el Palermo los defensores están algo adelantados, protegidos por Simplicio o Bertolo que cubren todo el campo, intentan que no les creen peligro por los laterales, que no les cojan las espaldas a sus defensores. Los delanteros y los centrocampistas también ayudan en la presión para forzar el fallo del rival. Sus contraataques en un partido abierto pueden ser muy peligrosos, hasta decisivos.
El Bari defiende un poco más como un equipo modesto. Defienden algo más atrás y con más gente, juntando las líneas y esperando montar el contraataque con la velocidad de Álvarez. Me gusta en especial Masiello porque defiende bien su lateral izquierdo y se incorpora con criterio en ataque. La defensa del Bari ha demostrado ser bastante sólida, sin llegar a ser una de las mejores de Italia, ha encajado 46 goles, sólo dos más que el Palermo.

Estos dos equipos están superando sus expectativas. Y su filosofía ha tenido mucho a ver esta temporada. El Palermo y el Bari han resultado ser equipos muy incómodos para sus rivales y aunque han fallado en algunos partidos ante rivales peores, también han plantado cara a los grandes gigantes de su país. Ambos equipos merecen un reconocimiento a su trabajo. El trabajo y el esfuerzo del Palermo está siendo más reconocido y más destacado, pero el del Bari tampoco se queda atrás.