No gusta a todo el mundo. Los que más se quejan son los clubes, que a veces se lo piensan dos veces antes de fichar a un futbolista africano. Incluso a algunos futbolistas tampoco les gusta esta competición, pero esto es menos habitual. A los que nos gusta el fútbol nos complica un poco más cuadrar nuestro calendario, porque la carga de partidos a ver aumenta por encima de las posibilidades que permiten las 24 horas del día. No obstante, la Copa de África siempre apetece. Y empieza este sábado (Sudáfrica-Cabo Verde, 17h).
La CAN es una competición especial. Es una oportunidad para descubrir jugadores y para prestar atención a partidos que jamás veríamos. Sobre todo es una manera de acceder a futbolistas, equipos y estadios con los que difícilmente podríamos entrar en contacto desde la distancia. Esto también implica un escaparate para los futbolistas. No será tan grande como un Mundial, incluso de categorías sub 17 y sub 20, pero es una oportunidad importantísima para muchísimos países. Y participar en una Copa de África es bastante más fácil para un país como Cabo Verde, Sudán o Libia. Sin ir más lejos, la selección de Sudán participó en la pasada edición con una convocatoria formada íntegramente por futbolistas de la liga local y alcanzó los cuartos de final tras superar a la Angola de Manucho en la fase de grupos. Eso es Copa de África en estado puro. De hecho, a estos chicos posiblemente los vio más gente en dos semanas de CAN que en toda su carrera profesional hasta entonces. O al menos los vieron jugar en mayor cantidad de lugares.
Esta edición significará un pequeño cambio, ya que será la primera vez que el máximo torneo de naciones africano se disputará en dos años (2012 y 2013) de manera consecutiva. De este modo se evitará que coincidan Mundial y Copa de África en un mismo año natural en el futuro. Pero esta modificación no provocará que esta competición sea menos atractiva, sino todo lo contrario. Por ejemplo, selecciones como Marruecos, Ghana o Costa de Marfil buscarán reivindicarse y olvidar la decepción de la última edición. Pero lo más estimulante siempre llegará con esas selecciones desconocidas, como la debutante Cabo Verde, la modesta Níger o la ya olvidada Etiopía, que regresa a una Copa de África 31 años después. No las veremos en las rondas finales del torneo, donde echaremos de menos a Senegal, Camerún y Egipto, pero la CAN también es suya.
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