Volvió Henry al Arsenal para jugar durante un par de meses y ayer jugó su primer partido en su segunda etapa en el club. Saltó al campo con el dorsal número 12 en el minuto 68 y diez minutos más tarde marcó el gol que le dio la victoria y el pase al Arsenal, que ganó por 1-0 al Leeds United. Un gol de los de siempre, con una espléndida definición, mandando el balón al segundo palo, ajustado, fuera del alcance del portero.
Las imágenes de la celebración del gol y tras el final del partido, con Henry como protagonista, fueron bellas, emotivas y nos transportaron a tiempos pretéritos. Sin embargo, esta imagen no deja de ser un espejismo. Henry ejerció un papel que no es suyo en estos momentos, que no corresponde con lo que ha venido a hacer en el Arsenal. Y eso tiene el riesgo que se exija que tenga un mejor papel del que tiene a lo largo de su estancia en el Emirates.
Hay que ser conscientes de que Henry no puede venir a ejercer de salvador en el Arsenal, como hizo ayer. Su estado físico no es el de hace unos años y su rendimiento tampoco debería serlo. Henry está llamado a ocupar el lugar de Gervinho y Chamakh mientras estén en la Copa de África y, en parte, su contratación sirve para darle un toque de atención a Andrey Arshavin, cuyo rendimiento reciente ha sido decepcionante. El papel en el once titular, sin embargo, debería ser para Oxlade-Chamberlain, que viene pidiendo minutos a gritos siempre que Wenger le da una oportunidad.
Pero, pese a lo dicho hasta ahora, el factor más importante de la contratación de Henry es su simbolismo. En un caso similar al de la vuelta de Scholes al Manchester United -con la diferencia que Paul Scholes estaba retirado y se va a quedar hasta final de temporada- el factor emocional tiene una gran importancia. Además de tener, a priori, un papel importante dentro del vestuario, como líder e ídolo de varios de los chavales que van saliendo de la cantera gunner, esa identidad y complicidad con la grada, que ya vimos ayer, debe hacer que tanto jugadores como aficionados se vuelvan a ilusonar con su regreso. Su veteranía y experiencia debería ser muy útil para un vestuario que tiene un cierto déficit en este aspecto.
Su estancia será corta. Su rendimiendo, una incógnita. Pero en el Emirates su retorno trae aires del pasado que se echaban de menos, en ocasiones demasiado. Aunque todo puede quedar en un bonito espejismo que deportivamente no dé el resultado esperado, el gol que marcó ayer y su celebración refleja la ilusión y alegría que genera su breve paso por el Arsenal, el francés es un halo de esperanza para muchos. Pese a ello, hay que ser cautos con el bueno de Thierry Henry.
Las imágenes de la celebración del gol y tras el final del partido, con Henry como protagonista, fueron bellas, emotivas y nos transportaron a tiempos pretéritos. Sin embargo, esta imagen no deja de ser un espejismo. Henry ejerció un papel que no es suyo en estos momentos, que no corresponde con lo que ha venido a hacer en el Arsenal. Y eso tiene el riesgo que se exija que tenga un mejor papel del que tiene a lo largo de su estancia en el Emirates.
Hay que ser conscientes de que Henry no puede venir a ejercer de salvador en el Arsenal, como hizo ayer. Su estado físico no es el de hace unos años y su rendimiento tampoco debería serlo. Henry está llamado a ocupar el lugar de Gervinho y Chamakh mientras estén en la Copa de África y, en parte, su contratación sirve para darle un toque de atención a Andrey Arshavin, cuyo rendimiento reciente ha sido decepcionante. El papel en el once titular, sin embargo, debería ser para Oxlade-Chamberlain, que viene pidiendo minutos a gritos siempre que Wenger le da una oportunidad.
Pero, pese a lo dicho hasta ahora, el factor más importante de la contratación de Henry es su simbolismo. En un caso similar al de la vuelta de Scholes al Manchester United -con la diferencia que Paul Scholes estaba retirado y se va a quedar hasta final de temporada- el factor emocional tiene una gran importancia. Además de tener, a priori, un papel importante dentro del vestuario, como líder e ídolo de varios de los chavales que van saliendo de la cantera gunner, esa identidad y complicidad con la grada, que ya vimos ayer, debe hacer que tanto jugadores como aficionados se vuelvan a ilusonar con su regreso. Su veteranía y experiencia debería ser muy útil para un vestuario que tiene un cierto déficit en este aspecto.
Su estancia será corta. Su rendimiendo, una incógnita. Pero en el Emirates su retorno trae aires del pasado que se echaban de menos, en ocasiones demasiado. Aunque todo puede quedar en un bonito espejismo que deportivamente no dé el resultado esperado, el gol que marcó ayer y su celebración refleja la ilusión y alegría que genera su breve paso por el Arsenal, el francés es un halo de esperanza para muchos. Pese a ello, hay que ser cautos con el bueno de Thierry Henry.
a mi, al menos, me emociono el gol de ayer, fue bonito. saludos!
ResponderEliminarMuy buen blog, me gustaría intercambiar links te paso la dirección del mío y añado el tuyo a mi selección de blogs, que te parece?
ResponderEliminarwww.blogol2011.blogspot.com
Felicidades!
Un saludo
Henry tuvo su tiempo de fama y éxito como todos nosotros lo sabe, creo que su llegada por segunda vez al Arsenal fue desatinada, pero aún así le ayudó a los gunners. Pero ya no es el Henry que todos vimos
ResponderEliminar