Los lunes -cuando no hay algún gran partido de Premier League o de la Liga BBVA, sobre todo- son un buen día para ponerse al día mirando las segundas divisiones de las ligas más importantes de Europa. Muy a menudo, quizá para compensar mi falta de tiempo dedicado al fútbol francés, la liga que escojo suele ser la Ligue 2. Los partidos suelen ser bastante buenos, entre equipos con nombre o de la zona alta, los lunes a las 20:30. Suele ser una liga muy igualada, con muchos equipos luchando por el ascenso y por el descenso, separados por muy poca distancia, con equipos históricos en horas bajas y con equipos desconocidos luchando por llegar a la Ligue 1. Generalmente disfruto bastante viendo esta competición y descubro cosas nuevas para mí.
De hecho, no hace demasiado, me soltaron una frase que me hizo reflexionar, hecha por una persona cuyo equipo ha ascendido recientemente a la Segunda División española. La frase, relacionada con este tema, era algo parecido a "este año estoy siguiendo los resultados de Segunda más que nunca". Mi respuesta, prácticamente immediata, no varió demasiado del "yo también, básicamente porque casi considero inmoral que llegue a seguir más la Ligue 2 que la Segunda División de aquí". Entonces ya había pensado escribir algo sobre esta competición, pero había que sacar tiempo para escribir sobre el tema. La conversación quizá ha influido en que escriba esto más pronto de lo que esperaba. Quizá es porque tengo más tiempo del que esperaba ahora mismo. O quizá es porque esta semana ha habido una jornada de Ligue 2que hace que tenga varios partidos recientes en mi cabeza y también alguna historia interesante.
La Ligue 2 es una liga interesante. Actualmente, tras 18 jornadas, la Ligue 2 no decepciona a nadie. La lidera el Clermont Foot, con 34 puntos. Bastia (3º) y Sedan (4º), igualados a 30 puntos, marcan la leve diferencia entre la zona de ascenso directo y la permanencia en la Ligue 2, separada por algunos goles de diferencia actualmente. En el undécimo puesto, con 25 puntos, está el Nantes, caso representativo de lo ajustado que está todo. Amiens, Arles-Avignon (15 puntos ambos) y Mónaco (13 pts) están en los puestos de descenso, con el Le Mans muy cerca (16 pts); el descenso parece que estará entre estos 4 equipos. Y no hay que olvidar que Mónaco y Arles-Avignon vienen de la Ligue 1. El Lens, el otro equipos que descendió, está en el decimoquinto lugar de la clasificación mientras que el Guingamp (5º) acompaña al Bastia y al Amiens como los nuevos equipos que han subido desde la categoría inferior esta temporada.
Una vez presentado el torneo, toca pasar a los detalles. En especial a pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos. Y una curiosidad bastante recurrente es la presencia de bastantes hermanos de futbolistas en la categoría.
En uno de los partidos que he visto más recientemente, el pasado 5 de diciembre, se enfrentaron Stade Reims y Nantes. En el Nantes jugaba Bruno Cheyrou, ex jugador de un histórico Lille que pasó de jugar en la Ligue 2 la temporada 1999-00 a jugar en la Champions League la temporada 2001-02 con el mismo equipo. Esto, en su momento, le valió un fichaje por el Liverpool. Es el hermano mayor de Benoît Cheyrou, también salido de la cantera del Lille y actual jugador del Olympique de Marsella. Precisamente ese día, en ese partido, en el Reims fue titular Romain Amalfitano, hermano pequeño de Morgan Amalfitano, también jugador del Marsella. Relacionado con el Olympique de Marsella, y también con la selección francesa, ese día también jugó Sylvain Wiltord, actual jugador del Nantes a sus 37 años.
Si nos vamos un poco más atrás, al pasado 3 de octubre, tocaba ver al Boulogne, equipo que hace poco estaba en la Ligue 1. Ese día pude disfrutar de Enzo Reale, internacional sub 20 cedido por el Olympique de Lyon. Sin embargo, ya que hablábamos de hermanos recientemente, también me encontré con Aurélien Capoué, hermano mayor de Étienne Capoué, jugador del Toulouse. Precisamente Aurélien ha sido internacional en 7 ocasiones con Guadalupe. Ese día, cuando el Boulogne (equipo más norteño de la Ligue 2) se enfrentó con el SC Bastia (recién ascendido a la Ligue 2 y equipo más sureño), descubrí que Jerôme Rothen, a sus 33 años, todavía sigue jugando al fútbol. Y lo hacía en el entonces equipo visitante, en el Bastia. Titular en la final de la Champions League de 2004 en la banda izquierda del Mónaco, su entonces compañero de la banda derecha también juega en la Ligue 2. Ludovic Giuly volvió el pasado verano al Mónaco, pero sin demasiada fortuna ya que su equipo sólo ha ganado uno de los 18 partidos disputados esta temporada.
Nuevo salto en el tiempo. En esta ocasión volvemos al mes de diciembre. Y nos vamos al día 19, fecha muy reciente: En Avant Guingamp-Sedan. Si siguiésemos hablando de hermanos, podríamos hablar de Florentin Pogba, hermano de Paul (Manchester United) y gemelo de Mathias (Wrexham). Sin embargo, en el Sedan también hay otras cosas curiosas a destacar. Hombres como Ramé, portero ex del Girondins, o apellidos que nos pueden sonar a otros jugadores pese a no tener relación con ellos como Abdoulay Diaby o Pierrick Valdivia. Pero el equipo local, el Guingamp, no quiere ser menos y, pese a no tener hermanos de futbolistas famosos, tiene al hijo de un mito del fútbol francés. Thibault Giresse es, con cinco goles, el máximo goleador del Guingamp esta temporada. Evidentemente su padre es Alain Giresse, actual seleccionador de Malí. Antes de pasar a otro equipo, y como que todo queda en familia, en este equipo también juega Mamadou Samassa, primo del delantero del Valenciennes (ex del OM, por cierto) con quien comparte nombre y apellido. Si algún día véis a este equipo también es recomendable fijarse en Knockaert, habilidoso jugador joven de banda. Pero para cerrar un poco el tema de los familiares de futbolistas y así no convertirlo en algo demasiado repetitivo, en el Lens está jugando Thorgan Hazard, uno de los hermanos pequeños del jugador belga del Lille Eden Hazard.
Finalmente, un poco en la línea de lo que he ido viendo recientemente, hay un par de jugadores coreanos que no tienen mala pinta. Es difícil ver a jugadores asiáticos en esta categoría y me resulta algo llamativo. Primero descubrí a Song Jin-Hyun, jugador de 24 años del FC Tours, atacante bastante polivalente. En el Nantes está Lee Yong-Jae, bastante más joven, de sólo 20 años. Como jugadores técnicos que son, siguiendo el prototipo de jugador asiático, siempre me han llamado la atención cuando les he visto jugar en lunes.
Seguramente las historias de muchos de estos jugadores acaben en el olvido. Quizá nadie se acuerde de Rothen o Wiltord y, de golpe, desaparezcan súbitamente del fútbol, anunciando la retirada en los medios de comunicación regionales. Quizá pocos conocíamos a los hermanos malos de jugadores de primer nivel, o de equipos de primer nivel, y nos los encontremos de vez en cuando de manera casual. O quizá todavía son muy jóvenes para que los conozcamos. Quizá no televisen demasiados partidos de la Ligue 2 y sean difíciles de ver. Y quizá nos sorprenda ver dentro de unos meses que el Mónaco o Arles Avignon han bajado de división otra vez. O quizá sea al revés y hacen una segunda vuelta espectacular y consiguen la permanencia. La Ligue 2 todavía me deja muchas incógnitas, pero también muchos jugadores por ver y descubrir. Seguramente no la vea tan a menudo como me gustaría, pero disfruto viendo sus partidos. Aunque también es cierto que debería ver más a menudo los partidos de su hermana mayor, la Ligue 1.
De hecho, no hace demasiado, me soltaron una frase que me hizo reflexionar, hecha por una persona cuyo equipo ha ascendido recientemente a la Segunda División española. La frase, relacionada con este tema, era algo parecido a "este año estoy siguiendo los resultados de Segunda más que nunca". Mi respuesta, prácticamente immediata, no varió demasiado del "yo también, básicamente porque casi considero inmoral que llegue a seguir más la Ligue 2 que la Segunda División de aquí". Entonces ya había pensado escribir algo sobre esta competición, pero había que sacar tiempo para escribir sobre el tema. La conversación quizá ha influido en que escriba esto más pronto de lo que esperaba. Quizá es porque tengo más tiempo del que esperaba ahora mismo. O quizá es porque esta semana ha habido una jornada de Ligue 2que hace que tenga varios partidos recientes en mi cabeza y también alguna historia interesante.
La Ligue 2 es una liga interesante. Actualmente, tras 18 jornadas, la Ligue 2 no decepciona a nadie. La lidera el Clermont Foot, con 34 puntos. Bastia (3º) y Sedan (4º), igualados a 30 puntos, marcan la leve diferencia entre la zona de ascenso directo y la permanencia en la Ligue 2, separada por algunos goles de diferencia actualmente. En el undécimo puesto, con 25 puntos, está el Nantes, caso representativo de lo ajustado que está todo. Amiens, Arles-Avignon (15 puntos ambos) y Mónaco (13 pts) están en los puestos de descenso, con el Le Mans muy cerca (16 pts); el descenso parece que estará entre estos 4 equipos. Y no hay que olvidar que Mónaco y Arles-Avignon vienen de la Ligue 1. El Lens, el otro equipos que descendió, está en el decimoquinto lugar de la clasificación mientras que el Guingamp (5º) acompaña al Bastia y al Amiens como los nuevos equipos que han subido desde la categoría inferior esta temporada.
Una vez presentado el torneo, toca pasar a los detalles. En especial a pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos. Y una curiosidad bastante recurrente es la presencia de bastantes hermanos de futbolistas en la categoría.
En uno de los partidos que he visto más recientemente, el pasado 5 de diciembre, se enfrentaron Stade Reims y Nantes. En el Nantes jugaba Bruno Cheyrou, ex jugador de un histórico Lille que pasó de jugar en la Ligue 2 la temporada 1999-00 a jugar en la Champions League la temporada 2001-02 con el mismo equipo. Esto, en su momento, le valió un fichaje por el Liverpool. Es el hermano mayor de Benoît Cheyrou, también salido de la cantera del Lille y actual jugador del Olympique de Marsella. Precisamente ese día, en ese partido, en el Reims fue titular Romain Amalfitano, hermano pequeño de Morgan Amalfitano, también jugador del Marsella. Relacionado con el Olympique de Marsella, y también con la selección francesa, ese día también jugó Sylvain Wiltord, actual jugador del Nantes a sus 37 años.
Si nos vamos un poco más atrás, al pasado 3 de octubre, tocaba ver al Boulogne, equipo que hace poco estaba en la Ligue 1. Ese día pude disfrutar de Enzo Reale, internacional sub 20 cedido por el Olympique de Lyon. Sin embargo, ya que hablábamos de hermanos recientemente, también me encontré con Aurélien Capoué, hermano mayor de Étienne Capoué, jugador del Toulouse. Precisamente Aurélien ha sido internacional en 7 ocasiones con Guadalupe. Ese día, cuando el Boulogne (equipo más norteño de la Ligue 2) se enfrentó con el SC Bastia (recién ascendido a la Ligue 2 y equipo más sureño), descubrí que Jerôme Rothen, a sus 33 años, todavía sigue jugando al fútbol. Y lo hacía en el entonces equipo visitante, en el Bastia. Titular en la final de la Champions League de 2004 en la banda izquierda del Mónaco, su entonces compañero de la banda derecha también juega en la Ligue 2. Ludovic Giuly volvió el pasado verano al Mónaco, pero sin demasiada fortuna ya que su equipo sólo ha ganado uno de los 18 partidos disputados esta temporada.
Nuevo salto en el tiempo. En esta ocasión volvemos al mes de diciembre. Y nos vamos al día 19, fecha muy reciente: En Avant Guingamp-Sedan. Si siguiésemos hablando de hermanos, podríamos hablar de Florentin Pogba, hermano de Paul (Manchester United) y gemelo de Mathias (Wrexham). Sin embargo, en el Sedan también hay otras cosas curiosas a destacar. Hombres como Ramé, portero ex del Girondins, o apellidos que nos pueden sonar a otros jugadores pese a no tener relación con ellos como Abdoulay Diaby o Pierrick Valdivia. Pero el equipo local, el Guingamp, no quiere ser menos y, pese a no tener hermanos de futbolistas famosos, tiene al hijo de un mito del fútbol francés. Thibault Giresse es, con cinco goles, el máximo goleador del Guingamp esta temporada. Evidentemente su padre es Alain Giresse, actual seleccionador de Malí. Antes de pasar a otro equipo, y como que todo queda en familia, en este equipo también juega Mamadou Samassa, primo del delantero del Valenciennes (ex del OM, por cierto) con quien comparte nombre y apellido. Si algún día véis a este equipo también es recomendable fijarse en Knockaert, habilidoso jugador joven de banda. Pero para cerrar un poco el tema de los familiares de futbolistas y así no convertirlo en algo demasiado repetitivo, en el Lens está jugando Thorgan Hazard, uno de los hermanos pequeños del jugador belga del Lille Eden Hazard.
Finalmente, un poco en la línea de lo que he ido viendo recientemente, hay un par de jugadores coreanos que no tienen mala pinta. Es difícil ver a jugadores asiáticos en esta categoría y me resulta algo llamativo. Primero descubrí a Song Jin-Hyun, jugador de 24 años del FC Tours, atacante bastante polivalente. En el Nantes está Lee Yong-Jae, bastante más joven, de sólo 20 años. Como jugadores técnicos que son, siguiendo el prototipo de jugador asiático, siempre me han llamado la atención cuando les he visto jugar en lunes.
Seguramente las historias de muchos de estos jugadores acaben en el olvido. Quizá nadie se acuerde de Rothen o Wiltord y, de golpe, desaparezcan súbitamente del fútbol, anunciando la retirada en los medios de comunicación regionales. Quizá pocos conocíamos a los hermanos malos de jugadores de primer nivel, o de equipos de primer nivel, y nos los encontremos de vez en cuando de manera casual. O quizá todavía son muy jóvenes para que los conozcamos. Quizá no televisen demasiados partidos de la Ligue 2 y sean difíciles de ver. Y quizá nos sorprenda ver dentro de unos meses que el Mónaco o Arles Avignon han bajado de división otra vez. O quizá sea al revés y hacen una segunda vuelta espectacular y consiguen la permanencia. La Ligue 2 todavía me deja muchas incógnitas, pero también muchos jugadores por ver y descubrir. Seguramente no la vea tan a menudo como me gustaría, pero disfruto viendo sus partidos. Aunque también es cierto que debería ver más a menudo los partidos de su hermana mayor, la Ligue 1.
a mi me encanta ver otras ligas además de la española, inglesa e italiana porque siempre hay algo interesante que ver, nuevos jugadores, otros estilos de juego etc
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