Este jueves se disputaron los últimos encuentros de vuelta de los dieciseisavos de la UEFA Europa League, una competición mucho menos mediática que la Champions League, pero eso no significa que no haya un buen nivel. Es una competición, evidentemente, con menos nivel que la Champions League, pero, al mismo tiempo, mucho más igualada. Este año sólo hay un equipo por encima de los demás - el Manchester City tanto por su potencial económico como por su plantilla-, y la mayoría de equipos que siguen vivos en la competición están un peldaño - no demasiado grande - por debajo de este equipo que podría estar perfectamente compitiendo para estar en los cuartos de final de la Champions League.
Más allá de que hayamos podido ver muy buenos partidos y eliminatorias competidas hasta el final (Villarreal-Napoli, Sporting-Rangers o PSG-BATE Borisov son ejemplos de eliminatorias equilibradas hasta el final), los octavos de final tienen un montón de alicientes. Son eliminatorias parejas, entre equipos de nivel parecido y de pronóstico incierto. En resumen, partidazos.
Si nos metemos a analizar los equipos que estarán en octavos (eliminatorias Benfica-PSG, Dynamo de Kiev-Manchester City, Twente-Zenit, CSKA Moscú-Porto, PSV Eindhoven-Rangers, Bayer Leverkusen-Villarreal, Ajax-Spartak de Moscú y Sporting de Braga-Liverpool), podemos observar el nivel igualado de la mayoría de eliminatorias y, en general, de los equipos que la disputan. Podríamos clasificar estos equipos en tres bloques.
El favorito es el Manchester City. El mejor equipo de la Europa League, dispone de la mayor plantilla y debería optar al título. Casi sin opciones de ganar la Premier League, la Europa League (junto a la FA Cup, en la que jugarán contra el Aston Villa este miércoles) tiene que ser su prioridad. Pocos equipos pueden competir contra este equipazo que tiene en Dzeko, Silva, Tévez, Balotelli y Touré Yayá sus grandes bazas para desequilibrar partidos complicados. Y también eliminatorias.
El segundo peldaño está formado por los Porto, Villarreal, Bayer Leverkusen, Liverpool, Zenit y PSG. Éstos me parecen los candidatos a la Europa League (por detrás del City, claro), que tienen muchísimo nivel y que pueden crear muchos problemas a todos los equipos que siguen vivos en la Europa League. Todos ellos tienen a jugadores desequilibrantes, determinantes. Aunque no tantos como el Manchester City.
El Benfica, CSKA de Moscú, Dynamo de Kiev, Twente, PSV, Ajax, Braga, Rangers y Spartak de Moscú me parecen equipos de nivel, pero no para ganar la competición. Pueden estar en cuartos de final - alguno de ellos va a estar ahí -, pero no creo que entren en las semifinales (falta ver cómo quedan los cruces de cuartos de final). Son buenos bloques, que pueden resultar difíciles de ganar, pero a los que no veo al mismo nivel que los equipos del segundo peldaño. El CSKA y el PSV podrían estar en el segundo peldaño, pero no creo que puedan ganar el título. Aunque seguro que tienen algo que decir ante Porto y Rangers.
En los octavos de final de la pasada Europa League ya vimos algunas eliminatorias espectaculares. Ese Werder Bremen-Valencia, el gol de Kardec en el descuento que eliminó al OM en el Vélodrome, una espectacular eliminatoria entre Hamburgo y Anderlecht, una prórroga entre Wolfsburg y Rubin Kazán o la increíble remontada del Fulham a la Juventus, de la que recuerdo un golazo de Dempsey. Esos octavos de final fueron, a nivel global, mucho más intensos, emocionantes e incluso mejores que los de la Champions League de esa edición. No sé si este año vamos a vivir lo mismo, pero tengo unas expectativas bastante altas respecto a estos octavos de final, que tienen una pinta formidable. Tendremos que esperar al 10 y 17 de marzo para verlo.
Más allá de que hayamos podido ver muy buenos partidos y eliminatorias competidas hasta el final (Villarreal-Napoli, Sporting-Rangers o PSG-BATE Borisov son ejemplos de eliminatorias equilibradas hasta el final), los octavos de final tienen un montón de alicientes. Son eliminatorias parejas, entre equipos de nivel parecido y de pronóstico incierto. En resumen, partidazos.
Si nos metemos a analizar los equipos que estarán en octavos (eliminatorias Benfica-PSG, Dynamo de Kiev-Manchester City, Twente-Zenit, CSKA Moscú-Porto, PSV Eindhoven-Rangers, Bayer Leverkusen-Villarreal, Ajax-Spartak de Moscú y Sporting de Braga-Liverpool), podemos observar el nivel igualado de la mayoría de eliminatorias y, en general, de los equipos que la disputan. Podríamos clasificar estos equipos en tres bloques.
El favorito es el Manchester City. El mejor equipo de la Europa League, dispone de la mayor plantilla y debería optar al título. Casi sin opciones de ganar la Premier League, la Europa League (junto a la FA Cup, en la que jugarán contra el Aston Villa este miércoles) tiene que ser su prioridad. Pocos equipos pueden competir contra este equipazo que tiene en Dzeko, Silva, Tévez, Balotelli y Touré Yayá sus grandes bazas para desequilibrar partidos complicados. Y también eliminatorias.
El segundo peldaño está formado por los Porto, Villarreal, Bayer Leverkusen, Liverpool, Zenit y PSG. Éstos me parecen los candidatos a la Europa League (por detrás del City, claro), que tienen muchísimo nivel y que pueden crear muchos problemas a todos los equipos que siguen vivos en la Europa League. Todos ellos tienen a jugadores desequilibrantes, determinantes. Aunque no tantos como el Manchester City.
El Benfica, CSKA de Moscú, Dynamo de Kiev, Twente, PSV, Ajax, Braga, Rangers y Spartak de Moscú me parecen equipos de nivel, pero no para ganar la competición. Pueden estar en cuartos de final - alguno de ellos va a estar ahí -, pero no creo que entren en las semifinales (falta ver cómo quedan los cruces de cuartos de final). Son buenos bloques, que pueden resultar difíciles de ganar, pero a los que no veo al mismo nivel que los equipos del segundo peldaño. El CSKA y el PSV podrían estar en el segundo peldaño, pero no creo que puedan ganar el título. Aunque seguro que tienen algo que decir ante Porto y Rangers.
En los octavos de final de la pasada Europa League ya vimos algunas eliminatorias espectaculares. Ese Werder Bremen-Valencia, el gol de Kardec en el descuento que eliminó al OM en el Vélodrome, una espectacular eliminatoria entre Hamburgo y Anderlecht, una prórroga entre Wolfsburg y Rubin Kazán o la increíble remontada del Fulham a la Juventus, de la que recuerdo un golazo de Dempsey. Esos octavos de final fueron, a nivel global, mucho más intensos, emocionantes e incluso mejores que los de la Champions League de esa edición. No sé si este año vamos a vivir lo mismo, pero tengo unas expectativas bastante altas respecto a estos octavos de final, que tienen una pinta formidable. Tendremos que esperar al 10 y 17 de marzo para verlo.
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