La Gran Final

Tras un torneo con bastantes sorpresas, como la eliminación de España tan pronto o la victoria de Costa Rica ante Egipto, el Mundial sub 20 se acerca a su fin. Puede que no haya sido un torneo espectacular, pero nos ha brindado buenos partidos como el Italia - Hungría, el Ghana - Inglaterra, el Uruguay - Inglaterra, Uruguay - Ghana o el Brasil - Alemania. Buenos partidos a falta del que quizás sea el más esperado, ya que Ghana y Brasil se disputaran el campeonato en una esperada final.

El primer partido de semifinales fue el Ghana - Hungría. Lo más previsible y esperado era el pase de Ghana a la final, pero los húngaros lucharon para poner algunos obstáculos a las estrellas negras para que sudasen y se ganaran a pulso su pase a la final. Los ghaneses fueron superiores en la primera mitad, en la que dominaron y llegaron más a la portería de Gulácsi, llegando a marcar dos goles firmados por el goleador africano Adiyiah, que ya ha marcado 8 goles en este campeonato. Pero en la segunda mitad Hungría quiso demostrar que también querían meterse en el partido y dejar buenas sensaciones en su último partido, aunque fuera sin Nemeth en toda la segunda mitad. La segunda mitad, la que vi entera, empezó con bastantes imprecisiones de ambos equipos, ya que los húngaros yenían prisa por acercarse a la portería contraria y los ghaneses se habían relajado en exceso. Hungría buscaba pases al hueco, largos a los que generalmente no llegaban, ya que los jugadores de Ghana son más rápidos. Pero pese a su rapidez, la mala organización africana en defensa permitió a los húngaros tener varias ocasiones, como un remate al palo en una jugada a balón parado. Y tuvo que entrar Futács, un delantero tanque, muy alto y algo torpe, para que los húngaros marcaran, ya que con su entrada Hungría redujo las distancias en el minuto 73', con un gol del propio Futács. Pero los ghaneses reaccionaron con el gol en contra y no se arriesgaron cerrándose atrás y fueron a por la sentencia, que llegó en el minuto 80', con un buen gol de Quansah, que estaba realizando un buen partido. Pese a que Hungría volvía a ir perdiendo de 2, no se rindió y animó el partido en el minuto 84', con un gol de Balajti. Con el resultado otra vez apretado la selección húngara se lanzó precipitadamente al ataque, intentando marcar el tercero, pero sin orden y sin suerte. También los ghaneses dispusieron de ocasiones para marcar el cuarto, como un disparo impresionante y potentísimo en el minuto 90 de Agyemang-Badu al larguero. Hay que destacar el buen partido de Quansah por parte de los ghaneses y del partido de Debreceni, un buen defensor húngaro y de Varga, otro buen jugador húngaro que jugó bastante bien.


En el otro partido, Brasil jugaba contra Costa Rica, equipo al que ganó por un exageradísimo 5-0 en la fase de grupos. Los brasileños empezaron el partido bien, con ganas y con una presión asfixiante que hizo que disfrutaran del 80% de posesión durante los primeros minutos de juego. El susto que se habían llevado contra Alemania provocó esta reacción al inicio del partido, pero Costa Rica dio el primer avisó en el minuto 15, con un gran lanzamiento de falta de Guzmán desviado milagrosamente por Rafael. Esta ocasión animó a la selección costaricense, que hasta el momento había estado pasiva, cerrada atrás y esperando que sus ocasiones llegaran en algún contraataque. Costa Rica creaba peligro en jugadas rápidas, generalmente contraataques, que creaban problemas a la defensa brasileña. La selección de Brasil vivió la mayor parte del primer tiempo relajada, confiada en su calidad y en su talento que podía solucionar el partido de un momento a otro.
En la segunda mitad Costa Rica empezó bien y avisando varias veces aprovechando el mal inicio de Brasil en el segundo tiempo. Pese a eso, Brasil respondió con alguna ocasión aislada. Poco a poco Costa Rica iba jugando mejor, sintiéndose más cómoda y jugando como querían y según su planteamiento ideal del partido, pero en una jugada aislada de Brasil, llegó el gol de Alan Kardec. O mejor dicho un golazo que llegó tras el remate del brasileñó a un centro que se iba pasado y que remató casi en la línea de fondo. Con el resultado en contra Costa Rica se precipitó al ataque y Brasil se creció, creando más ocasiones. Los costaricenses tuvieron algunas ocasiones para marcar, pero ni en jugadas a balón parado, que fue como crearon sus mejores ocasiones, pero el gol no llegó y Brasil pasó a la final con más apuros de los previstos, seguramente porque pensaban que podían repetir el 5-0 tan fácilmente como en la fase de grupos. Hay que destacar a David Guzmán y a Daniel Varela de Costa Rica y a Giuliano de Brasil.


Así que finalmente podremos ver la final esperada, tras unas semifinales sin sorpresas pero con sudores, y esperemos que sea un gran partido, digno de ser una final de la siguiente generación de estrellas. Falta ver si los ghaneses pueden ante los brasileños, que puede que se confíen o puede que se lo tomen muy en serio, esperamos con ganas a que llegue este esperado viernes.